Transportes y Turismo

Estíbaliz Pombo (Repsol): "La clave es repensar un marco regulatorio con neutralidad tecnológica"

Estíbaliz Pombo, subdirectora de Productos Energéticos de Repsol

Ninguna estrategia de futuro en materia de movilidad puede ignorar el compromiso europeo de alcanzar la descarbonización total en 2050. Este objetivo, ineludible y ambicioso, centró la conversación en la tercera mesa del IV Foro Movilidad, organizado por elEconomista.es, donde Estíbaliz Pombo, subdirectora de Productos Energéticos de Repsol, compartió su visión sobre la transformación del transporte y el papel clave que deben desempeñar las distintas tecnologías energéticas.

Durante su intervención, Pombo defendió un enfoque integrador, basado en la complementariedad de soluciones y en la neutralidad tecnológica. "Repsol lleva mucho tiempo inmerso en una profunda transformación desde que en 2019 anunciáramos nuestro objetivo de emisiones 0 para 2050, siendo los primeros en el sector", recordó. Desde entonces, la compañía ha trazado una hoja de ruta transversal, basada en un enfoque multienergía que permita alcanzar los compromisos climáticos sin renunciar a la eficiencia ni a la competitividad.

Frente a la idea extendida de que la electrificación es sinónimo de transporte sostenible, Pombo matizó que, si bien será una herramienta fundamental, no puede considerarse la única. "Nuestro último eslogan es 'Con toda la energía', y no solo habla de una inmensa ilusión, sino de esa necesidad de contar con todas las energías para la descarbonización del transporte", subrayó.

En esa línea, expuso algunas de las principales soluciones que Repsol ya tiene en marcha para avanzar hacia ese objetivo común. En el plano industrial, la compañía está transformando sus instalaciones para convertirlas en verdaderos hubs multienergía. "Llevamos años transformándolos para que fabriquen los mismos combustibles que tenemos hoy, pero sin que vengan del petróleo, lo que nos permitiría unas emisiones netas 0 en el transporte", explicó.

Además de introducir energías renovables en sus propios centros para alcanzar emisiones cero, Repsol desarrolla proyectos concretos de producción de hidrógeno renovable, inicialmente destinados a autoconsumo, e iniciativas en torno al biometano y al metanol. También como parte de su estrategia amplia para sustituir progresivamente los combustibles tradicionales por otros con menor huella de carbono, mencionó la planta de Repsol en Cartagena, con capacidad para generar 250.000 toneladas de nuevos tipos de combustibles al año. "Este año se pondrá en marcha la segunda en Puertollano, que duplicará la capacidad de producción y permitirá tener más combustibles renovables para utilizarlos en el transporte", añadió.

Junto a estos desarrollos industriales, Pombo puso en valor la amplia oferta de soluciones de la multienergética directamente enfocados en la movilidad. La ponente expuso que Repsol cuenta con "los combustibles líquidos más eficientes", redes de suministro de biogás y gas natural vehicular, este último ya comercializado con origen 100% renovable en 19 estaciones.

También puso en valor el trabajo que la compañía viene realizando en el ámbito eléctrico: "Trabajamos desde 2015 en la movilidad eléctrica, porque, aunque no es la única energía, sí va a desempeñar un papel crucial", afirmó. Actualmente, Repsol dispone de 2.500 puntos de recarga públicos, el doble que hace un año, y ofrece acceso a 6.000 adicionales a través de la app Waylet. Sin embargo, fue especialmente contundente al reivindicar el papel de los combustibles renovables como solución inmediata y escalable. "No solo los estamos produciendo ya, sino que los estamos poniendo al servicio de todos los clientes, particulares o profesionales", remarcó. Estos combustibles, subrayó, pueden usarse en los vehículos actuales y con la infraestructura ya existente, lo que evita inversiones costosas o sustituciones drásticas.

En este sentido, destacó el caso del diésel 100 % renovable que la compañía comercializa bajo la marca Nexa, ya disponible en 1.200 estaciones de servicio. "Es nuestro diésel de más alta calidad, del que ya hemos vendido más de 100 millones de litros en esta primera mitad de año", indicó. "Esto se traduce en un crecimiento del 50 % en ventas de diésel 100 % renovable, lo que equivale a reducir las emisiones de CO2 de 120.000 vehículos eléctricos puros. Por ponerlo en contexto, eso es el doble de los que se han matriculado hasta hoy".

Frente a una visión centrada exclusivamente en la electrificación, Pombo defendió una aproximación más amplia y realista: "Electrificación no es igual a descarbonización. Claro que va a formar parte de esa reducción de emisiones en el transporte, pero no es la única solución para conseguir esos objetivos de CO2", afirmó. En su opinión, las políticas climáticas deben centrarse en las emisiones globales, considerando todo el ciclo de vida del combustible, desde su origen hasta su uso. "Si tenemos eso en cuenta, los combustibles renovables o biocombustibles de hoy son cero emisiones netas de CO2; y si lo miramos en huella de carbono, hablamos de hasta un 90 % de reducción".

Rechazó así un enfoque único y abogó por metas claras que permitan que distintas tecnologías avancen en paralelo según su potencial y su viabilidad. "Podemos seguir mejorando las tecnologías del motor de combustión interna, seguir introduciendo el vehículo eléctrico, seguir promoviendo soluciones como el biometano -que esa promoción llevará a aumentar la producción y, por tanto, a usarlo más en autobuses- y también favorecer el uso de los combustibles renovables", explicó.

Además, defendió la neutralidad tecnológica para guiar esta transición, garantizando que cada usuario o sector pueda optar por la opción más adecuada según sus necesidades. "Estoy de acuerdo en que en las ciudades el vehículo eléctrico muchas veces no tiene competidor, pero no todos los ciudadanos viven en una gran ciudad", advirtió, señalando las dificultades de acceso a infraestructuras de recarga en entornos rurales o menos urbanizados. Por eso, subrayó la importancia de ofrecer soluciones también para el parque móvil ya existente y de contar con una regulación que incentive todas las alternativas y favorezca la inversión en producción energética sostenible.

"La clave es repensar el marco regulatorio con neutralidad tecnológica", concluyó. "Hagamos objetivos en plazos, pero siempre con esa visión de que todas las tecnologías y energías tienen cabida. Si es necesario, poner incentivos y medidas, incluyendo la fiscal, igual para todas las tecnologías y las energías".

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