
Tras el aval del Tribunal Constitucional al decreto de la Generalitat que limita los pisos turísticos y que, eventualmente, podría conllevar su desaparición de ciudades como Barcelona, los propietarios y gestores de apartamentos vacacionales confían en Bruselas para conjurar este escenario. En conversación con elEconomista.es, la directora general de Apartur, Marian Muro, explica que la asociación ha intensificado sus contactos a nivel comunitario: "Estamos muy activos en Europa. En su momento ya se presentó una reclamación, mantenemos contacto continuo con todos los parlamentarios y, especialmente, con la nueva comisión especial sobre la crisis de la vivienda creada por el Parlamento Europeo".
Desde el primer momento, Apartur se movió en los despachos de la Unión Europea para denunciar lo que considera una "afectación clara a la competencia": la voluntad del ayuntamiento que gobierna el socialista Jaume Collboni de suprimir todos los pisos turísticos de Barcelona a partir de 2029. Pero ahora la baza europea es la única con que cuenta la entidad para preservar la actividad de los más de 10.000 apartamentos que operan en la capital catalana. En concreto, Apartur ve un conflicto entre las pretensiones del alcalde y la directiva de servicios de la Unión.
Muro detalla las razones compartidas con las autoridades europeas: "La directiva permite establecer requisitos onerosos cuando se traten asuntos de interés general como la vivienda. Pero estos requisitos deben ser no discriminatorios, proporcionales y presentar una relación de causa-efecto".
Según los propietarios, ninguno de estos criterios se observa en el caso de la Ciudad Condal. En primer lugar, las restricciones se circunscriben a los pisos turísticos y no así a otras opciones como los hoteles. Además, no se da ninguna alternativa a la extinción. Por último, el consistorio da por sentado que las más de 10.000 viviendas que hoy se ofertan a turistas pasarán al mercado de alquiler. "Esto es una falacia. No hay ninguna garantía de que las 10.000 viviendas se pongan en alquiler porque los propietarios podrán seguir destinándolas a otros usos", expresa.
Ampliación de El Prat
Al margen de esta argumentación, la directora general de Apartur señala otro problema: "Barcelona hoy por hoy no puede permitirse bajo ningún concepto prescindir del 40% de su oferta de alojamiento. Sin esta oferta no se podría celebrar el Mobile, ni el ISE, ni el Sónar". En 2024, la capital catalana acogió cerca de 2.000 eventos profesionales entre ferias, congresos, jornadas y reuniones corporativas, con más de 734.000 asistentes, el 85% internacionales.
Muro suma a esta advertencia la "contradicción" entre ampliar el aeropuerto de El Prat para acoger más visitantes, sobre todo de turismo congresual, y el recorte de camas disponibles.