Transportes y Turismo

Los portacontenedores medianos ganan peso entre las navieras

  • Las  compañías marítimas se decantan por buques medianos porque son más manejables, eficientes y pueden operar en más puertos, lo que se traduce en un aumento estimado del 22%de la flota global este año. En paralelo, los megabuques pierden impulso por las dificultades del negocio. 
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Durante más de una década, el transporte marítimo de contenedores estuvo dominado por una carrera hacia el gigantismo. Los mega-portacontenedores, con capacidades superiores a los 17.000 TEU, se convirtieron en el símbolo de la eficiencia a gran escala, especialmente en rutas como Asia-Europa. Sin embargo, los datos más recientes de Clarksons Research y la UNCTAD indican un cambio de paradigma: los buques medianos están cobrando un protagonismo inesperado en un mercado global cada vez más volátil y fragmentado.

La flota mundial de portacontenedores alcanzó en marzo de 2025 los 367,9 millones de toneladas de peso muerto (dwt), equivalentes a 31,2 millones de TEU. Dentro de esta cifra, los buques de entre 3.000 y 11.999 TEU registraron el mayor crecimiento neto en los últimos doce meses. En particular, los portacontenedores de entre 6.000 y 7.999 TEU aumentaron su capacidad global un 22%, pasando de 1,973 millones de TEU en 2024 a 2,414 millones en 2025. Los buques en el rango de 3.000 a 5.999 TEU también crecieron un 6,4%, alcanzando los 5,24 millones de TEU de capacidad.

Este repunte en la categoría media contrasta con la desaceleración de los mega-portacontenedores de más de 17.000 TEU, cuyo crecimiento interanual fue del 7%, frente al 16% registrado el año anterior. El auge de los gigantes del mar, que se produjo principalmente entre 2007 y 2020, parece haber perdido fuerza. En 2025, su capacidad total alcanzó los 4,61 millones de TEU, pero su peso específico en el crecimiento global comienza a diluirse.

Flexibilidad frente a concentración

Este giro estratégico responde a factores estructurales y coyunturales. La diversificación de rutas y la regionalización del comercio exigen una flota más flexible. Muchos puertos medianos carecen de infraestructuras para acoger a los colosos oceánicos, lo que convierte a los buques medianos en soluciones más manejables para ofrecer mayor frecuencia y escalas adaptadas a la demanda local. Las rutas intra-Asia, que representan el mayor segmento del comercio marítimo en volumen (67,4 millones de TEU previstos para 2025), son un ejemplo claro de cómo la maniobrabilidad y flexibilidad de los buques medianos resultan decisivas para el abastecimiento de zonas periféricas con un comercio regional cada vez más activo.

Los recientes cuellos de botella logísticos, como los registrados en el canal de Panamá y el mar Rojo, han puesto en evidencia la vulnerabilidad de un sistema excesivamente concentrado en grandes cargamentos. Según la UNCTAD, las perturbaciones en estos puntos de estrangulamiento provocaron aumentos de hasta el 120% en el Índice de Fletes en Contenedores de China entre octubre de 2023 y junio de 2024. En respuesta, las navieras han comenzado a apostar por estrategias de mitigación de riesgos, incluyendo flotas diversificadas en tamaño y mayor capacidad de adaptación a escenarios inciertos.

Eficiencia energética y sostenibilidad

La transición energética también está impulsando la popularidad de los buques medianos. Según Clarksons, el 44,2% de la flota mundial de portacontenedores ya corresponde a unidades "eco", con motores electrónicos de última generación contratados tras 2012. La presión regulatoria internacional, centrada en la descarbonización, impulsa la renovación de la flota con unidades medianas y tecnológicamente avanzadas.

En paralelo, la UNCTAD señala que en 2024 alrededor del 50% del tonelaje bruto encargado puede adaptarse a combustibles alternativos, y más del 14% ya está preparado para usarlos. Además, el informe subraya que las emisiones derivadas del desvío de buques por rutas más largas, como el cabo de Buena Esperanza, han incrementado significativamente la huella de carbono del sector.

Esto refuerza la urgencia de contar con buques más pequeños y eficientes, que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y permitan cumplir con los compromisos climáticos globales. La adopción de combustibles alternativos y las inversiones en tecnologías limpias están siendo prioritarias para muchas navieras en 2025, en un intento de alinear la operación marítima con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Las recientes crisis geopolíticas y climáticas han exacerbado la inestabilidad del comercio marítimo. Los ataques en el mar Rojo desde finales de 2023 y la reducción de tránsitos en el canal de Panamá debido a la sequía obligaron a desvíos por rutas más largas, como el cabo de Buena Esperanza, lo que incrementó un 25% la velocidad media de navegación y triplicó el consumo de combustible. Estos factores aumentaron los fletes y los costos operacionales, presionando especialmente a las compañías con flotas compuestas únicamente por grandes buques.

En junio de 2024, 2,5 millones de TEU –el 8,4% de la capacidad mundial– esperaban en fondeaderos debido a la congestión portuaria, una cifra que subraya la fragilidad del sistema. La capacidad adicional disponible mitigó en parte la subida del Índice de Fletes en Contenedores, pero la lección quedó clara: una flota más diversificada es clave para reforzar la resiliencia.

Perspectivas a corto y medio plazo

La previsión para 2025 apunta a un crecimiento moderado del 2,7% en el volumen total de TEU movilizados, hasta los 218,5 millones, acompañado de una caída del 0,2% en los TEU-milla. Este patrón de rutas más cortas y regionales otorga una ventaja competitiva evidente a los buques medianos.

La UNCTAD también advierte que, si bien la capacidad de la flota creció un 3,4% en 2023, el envejecimiento de los buques y la limitada capacidad de los astilleros están frenando la renovación a gran escala. La concentración de la construcción naval en China, Japón y Corea del Sur, responsables de más del 90% de la producción mundial, añade complejidad al equilibrio de oferta y demanda de nuevos buques.

En cuanto a nuevos pedidos, en lo que va de 2025 las órdenes para buques medianos superan en volumen a las de los mega-portacontenedores, consolidando su papel como motor principal de la expansión de la flota mundial, que se prevé aumente en 2,8 millones de TEU para alcanzar los 30,86 millones a final de año.

En resumen, el paradigma del transporte marítimo de contenedores se aleja de los récords de capacidad y diseños colosales para orientarse hacia buques más versátiles, eficientes y resilientes. El tiempo del mega-portacontenedor como símbolo de supremacía operativa no ha terminado, pero sí ha dejado de ser el único camino posible en un mercado cada vez más incierto.

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