
Los viajeros aéreos verán recortados sus derechos si nadie lo remedia a última hora. Los ministros de Transportes de la Unión Europea llegaron el jueves a un acuerdo para reformar el reglamento sobre derechos de los pasajeros, que se traducirá, como asuntos más destacados, en que se elevará de 3 a 4 y 6 horas -en función de la distancia del vuelo- el tiempo de retraso mínimo que otorga derecho a los pasajeros a recibir una indemnización, y en que ya no será ilegal cobrar una cuota por el equipaje de mano, algo que ha propiciado hasta ahora docenas de multas a las compañías, que preferían pagarlas y seguir incumpliendo porque les reportaba mayores beneficios que cumplir la legalidad.
El acuerdo de los ministros de Transportes de la UE salió adelante por mayoría cualificada con los votos en contra únicamente de España, Alemania, Eslovenia y Portugal y las abstenciones de Estonia y Austria. España se opone a la gratuidad del bulto de mano bajo el asiento al entender que abre la puerta al cobro del equipaje de mano. En unos meses se votará en el Parlamento Europeo la aprobación de estas nuevas medidas que, a juicio de Facua suponen la "legalización del fraude y el recorte de derechos de los pasajeros que pretende el lobby aéreo".
Lo cierto es que el Consejo de Transportes, Telecomunicaciones y Energía de la Unión Europea ha aprobado esa propuesta de modificación de los reglamentos que regulan los derechos y obligaciones de pasajeros y aerolíneas. El lobby aéreo necesitaba los votos favorables de Estados que representaran como mínimo al 65% de la población y tras fracasar la semana pasada, lo consiguió el jueves por solo 6 décimas (65,57%). Ahora, en el plazo de tres meses, el Parlamento Europeo votará las modificaciones y las enmiendas que presenten los grupos.
Los gobiernos eliminan así el derecho a indemnización desde las 3 horas de retraso, que en su día estableció el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) con indemnizaciones de entre 250 y 600 euros. Con el nuevo reglamento se pasa a reconocer el derecho a reclamar 300 euros si el retraso es de al menos 4 horas en los vuelos de hasta 3.500 kilómetros y 500 euros únicamente cuando el retraso supere las 6 horas de espera para rutas que sobrepasen esa distancia.
La organización de consumidores europeos BEUC ha criticado estos cambios en un comunicado en el que alerta que la mayor parte de los retrasos que sufren los pasajeros aéreos son de "entre 2 y 4 horas", por lo que quedarán fuera del alcance del reglamento si se sale adelante en estos términos. El director general de BEUC, Agustín Reyna, ha indicado que pese a las mejores "sobre el papel", como un mejor acceso a la información en caso de cancelación o retraso, la reforma supone un "retroceso" en otros derechos "clave".
Más contundente se muestra Facua, que lamenta que "21 Estados miembros de la UE se hayan plegado a los intereses del lobby de las compañías aéreas votando a favor de recortar los derechos de los pasajeros".
A cambio, el texto de compromiso que será la base para negociar con la Eurocámara la forma definitiva de la norma, introduce también la obligación para las aerolíneas de habilitar un formulario que permita a los afectados tramitar de manera automática su indemnización en caso de cancelación. Pero no convence a las asociaciones de consumidores.
Otra novedad es que si una aerolínea no ha proporcionado una reubicación adecuada en un plazo de tres horas al pasajero, este podrá organizar su propia reubicación y reclamar el reembolso de hasta el 400% del coste original del billete. Los pasajeros también podrán gestionar por sí mismos y reclamar después el reembolso de la bebida y comida que les corresponde en caso de retraso o cancelación. Tendrán derecho a indemnización si se les notifica la cancelación de un vuelo con menos de 14 días de antelación o si se les cancela el vuelo de vuelta porque no utilizaron el de ida.
"No podemos apoyar esta propuesta"
"No podemos apoyar esta propuesta", ha dicho en el debate final el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, quien ha reconocido "avances" pero ha insistido en que empeorar los umbrales para la indemnización por retraso era una "línea roja" para España y el resultado "empeora claramente la posición de los pasajeros".
En cuanto al equipaje de mano, las diferencias sobre la necesidad de garantizar el embarque sin sobrecostes de una maleta de mano también complicaron el acuerdo y la solución de consenso. Finalmente, se limitará la gratuidad a los bultos personales que quepan bajo el asiento, como mochilas, bolsos o bolsas de ordenador, algo que tampoco responde a las exigencias de España.
España defendió durante las negociaciones que la definición de los "elementos personales" que un pasajero debe poder llevar consigo al avión sin pagar por ello resultaba insuficiente, porque abría la puerta a que las aerolíneas cobren lo que no quede cubierto en esa formulación, es decir, los bultos que caben en la cabina pero no bajo el asiento.
Quedan pendientes de la negociación con la Eurocámara las circunstancias técnicas que pueden alegar las compañías para quedar exentas de la indemnizar a un pasajero que sufra la cancelación de su vuelo. Este punto también preocupa a España, cuyo secretario de Estado reclamó una "redacción jurídicamente precisa que evite exenciones injustificadas y garantice que las causas técnicas no se utilicen de forma generalizada para eludir el deber de compensar".
La patronal celebra los cambios
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) ha acogido con satisfacción la reforma del Reglamento de Derechos de los Pasajeros, aprobada este jueves por el Consejo de la Unión Europea, al considerar que aporta claridad normativa sobre el equipaje en cabina y reduce la litigiosidad en los tribunales.
La reforma establece que las aerolíneas podrán cobrar por transportar en cabina el conocido como trolley, al tiempo que fija las dimensiones mínimas del equipaje de mano gratuito en 40x30x15 centímetros, medidas que deberán ser aceptadas por todas las compañías sin coste adicional.
"La decisión resuelve las dudas sobre la práctica del cobro de equipaje en cabina, unifica el criterio a seguir por los tribunales y termina así con las distintas interpretaciones que vienen haciendo los órganos jurisdiccionales en España al respecto, con lo que se reducirá la litigiosidad", ha destacado ALA en un comunicado.
La patronal también ha aplaudido que el texto concrete qué circunstancias extraordinarias eximen a las aerolíneas de pagar compensaciones en caso de cancelaciones o retrasos. "Esta reforma proporciona certidumbre y seguridad jurídica tanto a los consumidores como a las compañías aéreas", subraya la asociación.
"Graves perjuicios para los usuarios"
Por su parte, la asociación de consumidores Facua no comparte en absoluto la visión de la patronal. Para esta entidad, los parlamentarios europeos favorables a "estos recortes de derechos de los pasajeros dejan claro que sirven a los intereses de las compañías aéreas y no de los ciudadanos".
La asociación recuerda que "en los últimos años el sector se ha encontrado con más de 60 sentencias judiciales en contra en España y una multa histórica de 179 millones de euros contra cinco aerolíneas impuesta el año pasado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 como consecuencia de las denuncias de Facua".
Facua critica las nuevas medidas de "legalizar el recargo del equipaje de mano" y "alargar las horas de retraso para tener derecho a compensaciones". A su junicio, el Consejo de Transportes de la UE "ha aprobado trasladar a la Eurocámara una modificaciones en los reglamentos sobre el sector aéreo que supondrían graves perjuicios para los usuarios".