Transportes y Turismo

Talgo perdió otros 7,1 millones hasta marzo a la espera de la entrada de Sidenor

Fábrica de Talgo. / EE

A la espera de que se formalice la entrada de Sidenor, BBK, Vital y el Gobierno Vasco en su accionariado, el fabricante de trenes Talgo cerró el primer trimestre del año con unas pérdidas de 7,1 millones de euros, afectado no solo por la caída del margen operativo, sino también por el incremento de la amortización derivada de las inversiones realizadas en los últimos años y por mayores gastos financieros.

La compañía vio caer sus ingresos un 7,4% durante el primer trimestre del año, hasta los 154,2 millones de euros y frente a los 166,5 millones del mismo periodo del año anterior. Atribuye esta caída a un avance inferior al planificado en fabricación y a menores ingresos y rentabilidad en los servicios de mantenimiento, especialmente en los trenes que componen las series 102 y 112 de Renfe en España, que según apuntan, redujeron el número de kilómetros realizados durante el trimestre.

El Ebitda cayó hasta 13,6 millones de euros, frente a los 20,1 millones del primer trimestre de 2024, y el margen se redujo en más de tres puntos, hasta el 8,8%, desde el 12,0%. El descenso responde al incremento de costes indirectos asociados a la menor progresión de fabricación y al aumento de costes operativos en mantenimiento. El resultado neto negativo, por su parte, tiene su origen en mayores gastos de amortización y un incremento de los gastos financieros.

En paralelo, Talgo ha evitado hacer públicas sus previsiones para los próximos meses tras poner en revisión de algunos proyectos clave. En concreto, justifican estos motivos por la transición de la estructura del capital, donde está pendiente de formalizar el relevo del 29,8% del accionariado en manos de Trilantic para dar entrada al consorcio formado por Sidenor, el Gobierno Vasco y las fundaciones bancarias BBK y Vital.

También a una "potencial modificación de alcance" en el pedido de 79 trenes de la operadora germana Deutsche Bahn, cuyos primeros trenes espera entregar en la segunda mitad del año. Todo ello conllevará, previsiblemente, ajustes temporales en sus principales métricas financieras para 2025. La dirección ha puesto en marcha un plan para consolidar su cartera, estabilizar su estructura de capital y reforzar su posición accionarial.

A pesar de la caída de ingresos, la compañía mantiene una cartera de pedidos de 4.096 millones de euros a marzo de 2025, impulsada por grandes proyectos internacionales. En relación con el Talgo Avril encargado por Renfe, ya se han entregado 27 trenes de los 30 contratados, quedando restantes otros tres. Los servicios de mantenimiento, que representan aproximadamente el 50% de la cartera total, aportan estabilidad al negocio, aunque han reducido su rentabilidad en el periodo por mayores costes en las operaciones en España.

La compañía mantiene sus perspectivas de alcanzar ingresos superiores a 600 millones de euros en el conjunto del año, con un ratio book-to-bill superior a 1 y un Ebitda en torno al 11%. También prevé inversiones de capital por unos 25 millones de euros, además de unos 30 millones destinados a I+D.

En materia de seguridad y salud, la compañía ha reducido casi a la mitad los ratios de accidentalidad y gravedad respecto al primer trimestre de 2024. En febrero, Talgo registró su segundo programa de pagarés en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) por un máximo de 150 millones de euros, fortaleciendo su capacidad de financiación, que se había visto muy mermada por la incertidumbre sobre el cambio de accionistas.

Por último, el mercado sigue ofreciendo un impulso positivo, con oportunidades valoradas en 11.600 millones de euros (de las cuales ya se han presentado ofertas por 5.800 millones), lo que refuerza las expectativas de crecimiento de la empresa, tanto en España como a nivel internacional.

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