
Vueling da un paso más en su camino hacia la implantación del SAF (siglas en inglés para designar a los combustibles de aviación sostenibles) con la mirada puesta en su objetivo de emisiones netas para 2050. La compañía, propiedad del gigante aéreo IAG, quiere adelantarse en la carrera de la aviación verde justo cuando Europa empieza a calendarizar la sustitución del fuel.
Por eso, la aerolínea ha anunciado que pondrá a prueba sus biocombustibles en un banco de ensayo de la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT), un centro de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).
El proyecto, que acaba de empezar y obtendrá sus primeros resultados completos en unos meses, permitirá investigar los efectos de las diferentes alternativas al fuel en prototipos de motores de aeronaves. La gran ventaja del SAF es que puede usarse en los mismos motores que ahora mismo tienen las naves de aviación comercial.
Las primeras pruebas, realizadas por Vueling y el grupo de investigación Turbulence and Aerodynamics in Mechanical and Aeroespace Engineering Group (Tuareg), se han realizado con JET A-1, el combustible más utilizado actualmente, SAF sintético —suministrado por Repsol y producido a partir de CO2 capturado del aire e hidrógeno verde— y SAF orgánico. En esta última categoría, se han ensayado dos sustancias: una creada a partir de purines y otra a partir de guayule, una planta que crece en zonas desérticas.
"Estos SAF no están aún certificados", ha puntualizado el director de sostenibilidad de la aerolínea, Franc Sanmartí. Además, ha explicado que "es necesario incrementar la producción e investigación" de SAF para satisfacer la demanda de la industria actual. Como adelantó elEconomista.es, la compañía está buscando alianzas para crear una planta piloto donde escalar la producción de sus biocombustibles y garantizar el suministro.
Un estudio realizado por PwC para Vueling cifra que el desarrollo de esta industria en Cataluña sería capaz de generar 10.640 millones de euros y crear 41.619 puestos de trabajo.
Para reducir emisiones, no todo se reduce al contenido de los depósitos. Vueling también está tomando decisiones operativas como las mejoras en la planificación de las rutas, la operación a velocidades y altitudes óptimas y otras como el retraso del arranque de los motores lo máximo posible antes del despegue y la ejecución de las maniobras en tierra utilizando un único motor.