Transportes y Turismo

Adif activa la operación 'Madrid Nuevo Sur' con 300.000 m2 para oficinas y dotaciones

Terminal de mercancías de Abroñigal (Madrid). / Europa Press

El Ministerio de Transportes y Adif ultiman los planes para reconvertir la terminal madrileña de mercancías de Abroñigal, situada a cuatro kilómetros de la Puerta del Sol, en una zona con oficinas y dotaciones públicas de todo tipo que permita reequilibrar la brecha de desigualdad que existe entre el norte y el sur de la capital. Los planes del equipo de Óscar Puente contemplan iniciar los trámites burocráticos en 2025 y urbanizar el ámbito hacia el año 2030, una vez finalice el traslado a Vicálvaro de la actividad logística que todavía existe en este suelo, según varias fuentes consultadas por este medio.

Este espacio, que recibe su nombre del antiguo arroyo Abroñigal que fue soterrado para construir la M-30, cuenta con 320.000 metros cuadrados y se sitúa entre los distritos de Arganzuela y Puente de Vallecas. Hoy acoge una instalación logística con capacidad para recibir hasta 8.000 contenedores y una estación técnica con 17 vías. Su privilegiada situación, a un paso del centro de Madrid, es a su vez un problema para la ciudad, ya que ha generado una enorme brecha urbana entre la almendra central y los distritos de la periferia sur. Sin ir más lejos, a ambos lados de Abroñigal se constata una diferencia de rentas de más de 10.000 euros.

La clave: El traslado a Vicálvaro

Abroñigal movió en 2019 casi 3.800 trenes y más de 100.000 contenedores, pero los planes del gestor ferroviario contemplan trasladar toda su actividad a la terminal intermodal de Vicálvaro, situada a las afueras del término municipal de la capital. En su remodelación completa se están invirtiendo casi 300 millones de euros, con el fin de convertir este nodo en el punto central de la red estratégica de terminales intermodales y logísticas de Adif, dada su ubicación geográfica.

Para ello, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias retiró a finales de 2022 la calificación de "infraestructura estratégica" a Abroñigal y comenzó a trasladar buena parte de sus tráficos a Vicálvaro, un proceso que está previsto que finalice en 2025. De hecho, Transportes aprobó la semana pasada los nuevos accesos desde la M-45 a la que está llamada a ser la gran terminal intermodal de la capital. En ellos se invertirán 45,8 millones de euros, una importante cuantía dada la necesidad de adaptar los viarios a la alta densidad de tráfico y camiones que espera recibir en el futuro.

No habrá vivienda, sí oficinas

De forma paralela, Adif ha ido trabajando en las líneas básicas del futuro el plan urbanístico a presentar ante el Ayuntamiento de Madrid, que contempla, según varias fuentes consultadas, destinar el espacio únicamente a usos terciarios y dotaciones públicas. Según varias fuentes consultadas, no habrá viviendas de ningún tipo por una cuestión de servidumbres acústicas, dada la dificultad de cumplir los límites sonoros en un terreno rodeado por autopistas y vías férreas.

Así, el cronograma de Transportes contempla cinco años de trabajo administrativo previo y empezar a mover terreno y a construir a partir de 2030. Sus intenciones contemplan urbanizar esos 320.000 m2 con oficinas, incluidas algunas que se destinarán a administraciones públicas; y dotaciones y servicios públicos para los vecinos del entorno y del resto de la ciudad.

El espacio se completaría con nuevos viales y zonas verdes que conecten los dos parques periurbanos situados en sus márgenes, el Tierno Galván y el Forestal de Entrevías, salvando las enormes diferencias de cota que existen en el terreno.

Vista aérea de la estación de contenedores de Abroñigal. / Foto: Victor V.K.
Vista aérea de la estación de contenedores de Abroñigal. / Foto: Victor V.K.

Varios años de papeleo

En cualquier caso, para modificar estos suelos hace falta un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para modificar el Plan General de Ordenación Urbana, un trámite que normalmente requiere de un plazo mínimo de dos años para dar forma jurídica al cambio de uso de estas instalaciones. El timing corre a favor de Adif, ya que el equipo de Almeida ya ha iniciado los trámites para desarrollar un nuevo Plan General, aprovechando para incluir en este la nueva ordenación del ámbito.

Sin embargo, desde el consistorio madrileño reconocen a este medio que no tienen información alguna de este proyecto. "La dirección general de Planeamiento carece en este momento de información sobre la reurbanización de Abroñigal", explican en respuesta a una petición de información pública. Adif no ha respondido a las consultas.

Ya en el año 2008, el Ayuntamiento de Madrid reconocía que la terminal de Abroñigal tenía "problemas de funcionalidad y de integración urbana con el entorno", por lo que llevó a cabo un estudio para analizar las posibilidades de reconvertir ese suelo en un gran intercambiador de transportes. Su plan pasaba por desplazar allí todos los tráficos de alta velocidad que a día de hoy llegan a Puerta de Atocha.

Esa idea, que contemplaba la creación de una estación de autobuses aneja que sustituyera a Méndez Álvaro, quedó desechada tras activarse la ampliación de Atocha y la construcción de la nueva estación pasante ya en marcha que está valorada en más de 500 millones de euros.

Aún así, la reconversión del espacio quedará incompleta, ya que Renfe no tiene intención de desplazar los talleres del "Cerro Negro" que se sitúan en la instalación anexa, donde cuenta con talleres y túneles de lavado el mantenimiento de sus trenes de alta velocidad y Cercanías. Tampoco desaparecería la instalación técnica de Adif conocida como "Santa Catalina", situada algo más al sur de Abroñigal.

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