
La gestora aeroportuaria nacional, Aena, cerró su segundo trimestre con unas cifras nunca vistas hasta ahora fruto de la alta demanda de viajes hacia y desde España, que ha impulsado el tráfico de pasajeros en los aeropuertos españoles un 11,4% durante los seis primeros meses del año, hasta 144,2 millones de pasajeros. Este gran desempeño también se extiende al resto de aeródromos gestionados por el mundo (Londres-Luton y Brasil), donde la subida fue del 10,5%, haciendo un global de 172,7 millones de pasajeros recibidos.
Estas cifras han tirado al alza de la rentabilidad del negocio aeroportuario y, con ello, de la rentabilidad. En concreto, Aena registró un beneficio neto de 808,6 millones de euros, un 33% más que los 607,7 millones acumulados a junio de 2023. El Ebitda se comportó de igual manera, creciendo hasta los 1.555,3 millones frente a los 1.170,3 del año previo, lo que resulta en un margen del 56,6%.
Los ingresos totales del primer semestre de 2024 se situaron en 2.746,4 millones, un 17,7% más año a año. Esta subida viene impulsada, sobre todo, por la mejora de los ingresos aeronáuticos, que se elevaron un 16,2% hasta 1.483,5 millones; pero también por el crecimiento de las ventas comerciales, que aumentaron un 17,6% hasta 841,4 millones de euros. Las rentas crecieron un 10,3% respecto al año previo.
En cuanto a los gastos, excluida la energía, estos se han visto incrementados un 10,9% interanual, hasta los 60,7 millones de euros. Durante el período se generó efectivo neto por valor de 1.401,4 millones, algo inferior a los 1.048,5 del primer semestre de 2023.
La deuda financiera neta de Aena creció en 231 millones de euros hasta situarse en 6.453 millones, lo que supone una ratio de 1,89 veces su Ebitda. Durante estos seis meses, Aena abonó 462 millones de euros a inversiones en mejora de instalaciones y seguridad de los aeropuertos.