
El sindicato CGT amenaza con convocar huelga en la compañía ferroviaria Iryo durante los meses de junio, julio y agosto si la dirección de la empresa no avanza en la negociación de un primer convenio colectivo para toda su plantilla. Así lo ha dado a conocer tras celebrar una reunión entre sus distintas secciones sindicales, tras la que ha reiterado sus peticiones a la dirección de la compañía para acordar un marco laboral homogéneo para todos los empleados.
En su comunicado, la organización asegura haber decidido convocar huelgas en los tres meses de mayor actividad ferroviaria "en el caso de que no se nos convoque de forma inmediata para constituir la comisión negociadora".
Las reclamaciones de CGT pasan por lograr una subida salarial y mejorar las condiciones laborales en cuanto a dietas, plus de transportes, nocturnidad o turnicidad. También abogan por que se establezcan planes de desarrollo profesional y se acuerden aspectos relativos a la jornada, movilidad, próximas convocatorias de empleo, salud laboral y otros aspectos sociales.
Fuentes conocedoras del procedimiento explican a elEconomista.es que la negociación del convenio podría empezar una vez culminen los distintos procesos electorales abiertos para elegir a los representantes de los trabajadores, algo todavía en marcha. Aunque ya ha habido reuniones entre la dirección de la empresa y los sindicatos, desde la misma no han querido hacer declaraciones.
Negociación con los maquinistas de Iryo
Por el momento, Iryo ha arrancado las negociaciones con el colectivo de conducción, donde cuenta con un gran peso el sindicato de maquinistas Semaf. Esta organización, que articuló su propia sección sindical el pasado año a estas alturas, acordó negociar un convenio franja para estos profesionales, frente a las propuestas de los sindicatos de clase, que abogan por mejoras para el resto de colectivos.
En concreto, las reclamaciones de Semaf pasaban por definir una jornada de trabajo planificada, una especial atención al cumplimiento de las normas de formación de los maquinistas, arrancar el diseño del plan de igualdad y una solución de transporte en horas nocturnas.
Solución a la fuga de maquinistas
Mientras avanzan las conversaciones, Iryo ha logrado que se resuelva uno de sus principales problemas: la fuga de maquinistas a Renfe. La CNMC ha aceptado su reclamación para que tenga que comunicar con más tiempo sus convocatorias de empleo público, de modo que sus rivales puedan reemplazar con antelación a sus maquinistas ante el "efecto llamada" de las convocatorias de empleo público que lanza la empresa estatal.
Según ha dado a conocer el regulador de Competencia, el pasado año Renfe contrató a casi un tercio de los maquinistas de sus competidores, dadas sus necesidades de relevar una plantilla de avanzada edad. El 90% del personal de conducción en España está contratado por el operador estatal (en línea con su tamaño), mientras que sus competidores cuentan con unos 650 perfiles.
Para evitar el trasvase masivo de trabajadores del sector privado al público, Renfe deberá informar a sus competidores de sus procesos de selección al menos un mes y medio antes de resolverlos; y tampoco podrá incorporar al personal hasta tres meses después. Esta medida ya estaba en vigor para algunas empresas de mercancías, y ahora se va a generalizar a todas. Además, la sociedad controlada por el Estado deberá seguir informando a la CNMC de sus previsiones de contratación antes del 31 de enero.
En busca de un convenio colectivo
Frente a las posturas de estas organizaciones, los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT han arrancado un proceso de mediación con la pseudo-patronal formada por Renfe e Iryo, que bajo el nombre Asociación Española de Empresas Ferroviarias de Viajeros, surgió para encargarse de negociar un convenio colectivo estatal para todo el sector del transporte de viajeros por ferrocarril.
Ambos sindicatos reclaman la puesta en marcha de este convenio como forma de evitar "que la competencia entre las empresas ferroviarias pueda basarse en la precariedad de las condiciones laborales". También aspiran a que este acuerdo "sirva de base para la negociación de convenios colectivos en las empresas".