
Una de las partidas de mayor presupuesto a la hora de organizar un viaje es siempre el alojamiento, sobre todo si la estancia es larga y el número de huéspedes es también numeroso. Según el Instituto Nacional de Estadística, durante el pasado 2022 el gasto medio de los turistas que visitaron España aumentó en casi un 6% hasta situarse en los 1.271 euros y el gasto medio diario más de un 15% respecto al año anterior hasta los 145 euros. Y de esta cifra más del 27% corresponde solo al alojamiento.
Durante los últimos años han surgido alternativas de alojamiento al clásico hotel de ciudad. La primera gran revolución llegó de la mano de Airbnb y demás plataformas de alquiler turísticos, con opciones bastante asequible como la de poder arrendar tan solo una habitación dentro de las VUT (viviendas de uso turístico). Si bien este concepto ya existía, sobre todo en destino de playa y costa, surgió como algo novedoso en las grandes ciudades y, sobre todo, porque estaba, y sigue estando, orientado a bolsillos algo más ajustados económicamente como los jóvenes y estudiantes.
Hoy en día existen muchos tipos de alojamiento para todos los públicos, ya no solo aquellos tradicionales, como hoteles, hostales o albergues, sino también todos aquellos que incluyen nuevas formas de viajar que pueden hacer que el gasto en hospedaje se reduzca a cero euros. ¿Cómo? A través del intercambio de casas.
Como quedarse a dormir en casa de un amigo
Entre las opciones de alojamiento a coste cero está el Couchsurfing, que imita el concepto de quedarse a dormir en casa de un amigo, solo que en vez de amigos son anfitriones que, sin pedir nada a cambio, ofertan su casa (o más bien un sitio cómodo para dormir, ya sea una habitación, un sofá...) para aprovecharse un intercambio cultural.
Así, el lema de esta compañía estadounidense reza los siguiente: "Tienes amigos en todo el mundo, pero aún no los conoces". De la misma manera, "Couchsurfing es un servicio que conecta a los miembros con una comunidad global de viajeros para encontrar un lugar donde quedarse o compartir su hogar y ciudad natal con los viajeros."
Y aunque, de primera no sea la opción más tractiva, al carecer de lujo como baño privado o desayuno (a veces hay anfitriones que si agasajan a su huésped con alguna comida), lo cierto es que resulta la opción más barata. Sin contar con la parte social y cultural que conllevar convivir con nuevos amigos.
Tú a Boston y yo a California
A principios de los años 60 la londinense Hayley Mills protagonizó la película Tú a Boston y yo a California, que 30 años después interpretó Lindsay Lohan casi bajo el mismo nombre de 'Tú a Londres y yo a California'. Y aunque en este caso la distancia podría ser un handicap, gracias a Home Exchange las posibilidades de realizar un intercambio entre ciudades de cualquier parte del mundo son mucho mayores.
En este caso se trata de casas o pisos que se ofertan como intercambio entre dos familias que conecten en destino y estén de acuerdo en realizar el trueque. La inscripción a la página web obliga a un pago anual de 160 euros en concepto de seguro, aunque incluye intercambio ilimitados.
El cambio puede realizar de varias maneras. El primero conocido como el intercambio clásico, cuando dos familias intercambian sus casas, pero no tiene por qué ser en la misma fecha (trueque recíproco). Y el segundo bajo el nombre de intercambio con GuestPoints: "Los GuestPoints son la clave para encontrar intercambios fácilmente. ¿Qué pasa si encuentras una casa disponible, pero su dueño no quiere quedarse en la tuya? Puedes ofrecerle GuestPoints para que los use con otro miembro en la casa de un destino que elija. Cada miembro recibe GuestPoints cuando se da de alta y cuando acoge a otros miembros."