La propuesta del Gobierno de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales incrementaría el gasto del sector del autobús en unos 300 millones de euros anuales, según un informe encargado por la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC) y la Confederación Española de Transportes en Autobús (CONFEBÚS) para analizar el impacto de esta medida.
Este estudio examinó el impacto financiero de la medida en el transporte terrestre urbano y suburbano de pasajeros, así como en otros servicios de transporte terrestre de pasajeros, abarcando desde servicios regulares interurbanos de autobús hasta servicios discrecionales de autocares.
Sus conclusiones apuntan a que el aumento de personal necesario para adaptarse a la reducción de la jornada laboral implicaría un coste que supera los 300 millones de euros anuales, una cifra que, según ATUC y CONFEBÚS, sería insostenible. Asimismo, destaca que la productividad del sector está directamente vinculada al número de horas trabajadas, lo que significa que una reducción en la jornada laboral tendría un impacto negativo inmediato en la productividad.
Cuestiona el futuro de las concesiones
Ambas organizaciones han enviado una carta a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en la que expresan su preocupación y le reclaman una reunión para abordar los posibles perjuicios que la reducción de la jornada laboral podría tener en el cumplimiento de los servicios de autobús, además de tratar de "encontrar soluciones que no comprometan la eficiencia ni la sostenibilidad del sector".
En la misiva destacan las dificultades ocasionadas por la tasa de reposición para llevar a cabo nuevas contrataciones y la imposibilidad de trasladar los aumentos de costes a las operaciones bajo contratos de concesión, debido a la normativa vigente que impide renegociar los contratos salvo determinados supuestos.
