
El ambicioso proyecto europeo de lograr un sistema ferroviario unificado sigue dando pasos con el objetivo de acabar con el tradicional proteccionismo de cada una de las naciones que conforman la comunidad política. Aprobadas los grandes paquetes de medidas que han dado lugar a hechos relevantes como la liberalización de los mercados de pasajeros y mercancías, es momento ahora de bajar a los aspectos más técnicos compatibilizando la operación con los avances tecnológicas. En eso anda la Agencia Ferroviaria Europea (ERA), que ha volcado sus últimos esfuerzos en lograr la digitalización de un sector que no quiere quedarse anclado en el pasado ni ver cómo le supera la competencia de China.
El organismo encargado de coordinar las políticas ferroviarias en toda la Unión Europea se ha propuesto incrementar la eficiencia de los activos dispuestos por los distintos países una vez marcadas las reglas para romper con las barreras físicas y técnicas a nivel internacional. Para ello, ha puesto en marcha varios desarrollos tecnológicos que permitirán digitalizar y unificar los datos de todos los ferrocarriles europeos para facilitar nuevos avances en tecnología y operatividad.
El primero de ellos consiste en la puesta en marcha de unas hojas técnicas que unifican los registros de datos estadísticos que ya existen a nivel europeo y nacional. La integración de toda esta información permitirá a la ERA entender mejor el funcionamiento del mercado ferroviario europeo, herramienta que también utilizará la Comisión Europea para tomar decisiones en cuanto a los avances que quiera proponer.
"Los sistemas ferroviarios se rompen en las fronteras europeas, tanto en términos de material rodante como de infraestructura, y es también aplicable a los datos y a las barreras técnicas. Buscamos mejorar la interoperabilidad y la seguridad en toda Europa", aseguró Mitchell van Balen, experto de la Agencia en un encuentro con periodistas en Bruselas.
La propuesta de la autoridad que supervisa todas las circulaciones comunitarias busca también promover la innovación para todo el sector. "Buscamos generar estadísticas consistentes que incrementen el conocimiento del sistema ferroviario, reducir la burocracia necesaria para reorganizar los datos y que los países puedan compararse entre ellos, sincronizando sus valores para evaluar el rendimiento de la red", explicó van Balen.
A los avances en calidad del dato hay que añadir las iniciativas de la ERA para enlazar estos datos entre sí. La agencia creó una unidad de datos operacionales para incorporar el big data a todas sus tareas. "Estamos tratando los datos como el vino: los separamos y los guardamos bien profundos para que maduren". Esto está generando serias disrupciones a la hora de acceder a ellos por parte de disciplinas vinculadas a los ferrocarriles que necesitan hacer uso de estos datos, como la señalización o la geodesia.
A este respecto, el jefe de la unidad de datos de la ERA, Christopher Carr, defendió la activación de iniciativas para garantizar una misma semántica a nivel europeo o garantizar el libre acceso a los datos. "Existen varias directivas y normas europeas que garantizan que se deben de almacenar estos datos o cómo deben circular. Con estas mejoras tratamos de romper con la acumulación de datos en silos", explicó. "Es necesario romper los muros entre quienes los registran y los usan, de cara a crear nuevas estadísticas y facilitar su actualización, explicó van Balen.
Acelerar la burocracia para que lleguen los trenes nocturnos
El director ejecutivo de la ERA, Josef Doppelbauer, ha aprovechado el encuentro para hacer un resumen de la actividad de su institución durante todo el año, marcada por el trágico accidente ferroviario sucedido en Grecia el pasado febrero, donde murieron 57 personas y otras 85 resultaron heridas. El máximo responsable de la agencia aseguró que "cada accidente es una oportunidad para aprender", algo que se ha plasmado en la proposición de mejoras para el sistema ferroviario europeo, incluidas también en un informe reclamado por la Comisión Europea.
Entre ellas se encuentran la puesta en marcha de nuevos sistemas de intercambio de información entre operadores, administradores de infraestructura y autoridades; además de acordar la puesta en marcha de programas prioritarios a nivel nacional para mejorar la seguridad en los trenes, pendiente todavía de resolver a la espera de acordar la dotación presupuestaria que destinarán las instituciones comunitarias.
Doppelbauer también ha recalcado la apuesta de los organismos europeos por impulsar los trenes nocturnos, afectados por el progresivo abandono de los operadores y el envejecimiento de flota. A este respecto, el director ejecutivo ha querido resaltar la llegada de nuevas unidades de última generación diseñadas por Siemens y compradas por ÖBB-Nightjet, el operador austríaco, que han entrado en funcionamiento en ese país y sus vecinos Alemania, Suiza e Italia.
Para su puesta en marcha ha sido necesario acelerar sustancialmente los plazos burocráticos, habitualmente de un año y medio, que la ERA ha conseguido acortar a cinco meses desde el pasado junio. "Ha sido un esfuerzo significante para lograr estos avances en trenes nocturnos, así como para traer innovaciones al mercado", apuntó.