
Vox, la formación política española que se sitúa más a la derecha, no se caracteriza precisamente por mostrar su apoyo al colectivo LGTBI, sino todo lo contrario.
Basta recordar su famosa lona colocada en una calle de Madrid a comienzos del pasado verano, en la que figuraba cómo se tiraban a la basura la okupación la Agenda 2030, el comunismo, el feminismo y, cómo no, la bandera arco iris.
A Vox no le gustan los gais aunque, sorprendentemente, alguno hay en la formación ultraderechista que tira su bandera a la basura.
Es más, la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Esperanza Aguirre, que dice conocer bien el entorno de Vox, aseguró en La Sexta a finales de julio que "nunca" había escuchado a militantes de Vox "meterse" con los homosexuales: "Vox está lleno de gais y yo nunca les he oído meterse con los gais en absoluto".
Es probable que Aguirre jamás haya escuchado entonces a un militante de Vox con cargo público como Juan García Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León.
Gallardo ha hablado abiertamente en su cuenta de X, antes Twitter, de "julandrones" y "maricones", aunque luego recula y borra sus comentarios. Este político de Vox define la bandera arco iris como "el trapo" al que se opone, ya que a su juicio "une la plutocracia internacional con la izquierda más sectaria".
El partido ultraderechista ya propuso igualmente trasladar las celebraciones del Orgullo Gay en Madrid hasta la Casa de Campo y, en todo caso, que la formación tire su bandera a la basura parece bastante esclarecedor.
Lo que resulta evidente es que Vox no pondría nunca en funcionamiento un bar gay bautizándolo con el nombre del partido. Pero haberlo, haylo. El Vox – Mix Bar es un local de ambiente gay ubicado en Shinjuku-ku, en la capital japonesa, Tokio, y es referente en Japón como establecimiento destinado a público homosexual.
Y como Tokio es una ciudad enorme, que supera los 14 millones de habitantes y su área metropolitana los 40, en la descripción del establecimiento te ayudan a encontrarlo con indicaciones tan 'japonesas' como que al llegar a la Estación Shinjuku Sanchome (Salida C5) lo que tienes que hacer es lo siguiente: "Cruza el paso de peatones y dirígete al primer sótano del edificio donde se encuentra Osaka Osho".
El caso es que el bar gay Vox de Tokio está "a 10 minutos a pie desde la salida este de la estación Shinjuku (JR)" y "a 1 minuto a pie desde Shinjuku-3chome estación (metro) salida C5". No tiene pérdida.
El ambiente del bar eso sí, dista bastante de lo que viene siendo la sede de Vox en la calle Bambú de Madrid, que se vislumbra siempre como una especie de búnker cerrado a cal y canto. El Vox japonés muestra con orgullo en su fachada la bandera arco iris que tanto irrita en la formación que preside Santiago Abascal.
Algunos turistas españoles que han visitado Tokio y han topado con el bar Vox muestran en sus redes sociales sus fotos ante el local, que cierra los domingos y los lunes, pero el resto de días ofrece todo tiempo de actuaciones.
Si Santiago Abascal y compañía viajan a Tokio, seguro que allí les esperan con los brazos abiertos. A diferencia de lo que ocurre en la sede de Vox, a este establecimiento japonés puede entrar todo el mundo, sea nipón o extranjero, gay o no. El local tiene dos salas principales, una en la planta alta para escuchar música y otra inferior para desarrollar fiestas a fondo.
En Vox actúan habitualmente DJ japoneses y domina la música K-Pop. Allí acuden muchos residentes en Tokio, pero también parece visita obligada para el público homosexual extranjero que acude a Tokio.
Regularmente hacen eventos abiertamente gais destinados tanto a hombres como a mujeres y el establecimiento está muy bien valorado en Google, sobre todo por la amabilidad del personal y de los camareros.
Atraen, además, los bajos precios de las bebidas, que aparentemente están a la altura del bar del Congreso de los Diputados, pero con más ambiente.