El mercado laboral se está enfrentando a una importante fuga de talentos y el sector turístico no está siendo ajeno. Un problema que se ha agravado desde la llegada de la pandemia y que afecta tanto a la alta dirección como al personal base. Según datos de Deloitte, se trata de una industria que solo en 2021 perdió el 17% de los empleados, aunque la consultora destaca que esta pérdida se frenó en 2022, pero los datos siguen muy lejos de los niveles de 2019.
Haber conseguido frenar la pérdida de empleados se debe en gran parte a que se ha dado por superada la pandemia, pero hay otro factor que está jugando a su favor: la mejora de las condiciones económicas. En los últimos años las grandes hoteleras están apostado por mejorar la retribución a sus empleados como medida para contrarrestar la falta de mano de obra, una tendencia que se ha visto potenciada por la mejora de los convenios colectivos de las Islas Baleares y las Islas Canarias.
Meliá, por ejemplo, en 2020 empezó a recoger en su informe anual la retribución media a la plantilla. Entonces fue de 16.041 euros anuales. En 2022, último informe disponible, esta cantidad había ascendido hasta los 18.119 euros. Solo entre 2021 y 2022 se produjo un aumento del 10,8%. La subida se ha producido de manera muy similar en todas las categorías profesionales del grupo. En el último año la alta dirección vio como sus salarios se incrementaban más de un 13%, pasando de 81.479 euros anuales de media a 92.100 euros.
Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado del grupo balear, reconoce que Meliá se está enfrentando a un gran reto: la atracción de talento. "La escasez de personal cualificado es una realidad y con cada vez una mayor competencia entre compañías para conseguir atraer el talento, nos vemos ante un gran riesgo para nuestro sector, ya que para nosotros las personas son esenciales", destaca el directivo.
Además de mejoras las condiciones económicas, Meliá está apostando por planes de formación y desarrollo, e incluso en algunas ocasiones, proporcionando alojamiento en zonas sensibles, como las islas. "El turismo debe recuperar el atractivo laboral que siempre ha tenido", añade.
NH, por su parte, ha reducido levemente el salario medio en el último año, un 0,8% según consta en su informe anual, de 27.566 euros a 27.338. Sin embargo, la tendencia de los últimos años es al alza, en 2018 la retribución media anual fue de 25.847 euros, lo que supone un incremento cercano al 6%. Por categorías, las mayores subidas se han producido para intentar retener la mano de obra, que no tanto a los puestos de alta dirección. El salario del personal base se ha incrementado un 8% en los últimos años cinco años mientras que el de alta dirección lo ha hecho la mitad, un 4,2%.
El grupo que dirige Ramón Aragonés no solo está aumentando los salarios para retener la fuga de trabajadores. "La apuesta de NH por la estabilidad laboral se pone de manifiesto gracias al alto porcentaje de empleados con contrato indefinido. Así, en 2022, el 83% del promedio de los empleados entre 25 y 40 años tienen contrato indefinido. Adicionalmente, se han realizado 6.491 nuevas contrataciones, de las cuales el 63% son empleados menores de 35 años", explica la compañía.

En lo que respecta a Riu, al tratarse de una empresa no cotizada las cifras no son tan públicas como las de Meliá y NH. Sin embargo, según datos proporcionados por la compañía a este medio, en 2019 la plantilla de media cobrara 29.134 euros, mientras que ahora la cifra ronda los 30.163 euros anuales, lo que supone un incremento del 3,5%.
El grupo explica que el aumento se produjo en un momento en el que ha consecuencia de la pandemia, los convenios colectivos provinciales en la hostelería congelaron o limitaron los incrementos salariales en el sector.
Los expertos reconocen que en los años el tema de los salarios ha sido un problema para el sector. "Pero bendito problema. El sector antes no estaba muy bien pagado y eso hacía que fuera difícil acceder al talento. Los salarios no estaban al nivel de otras industrias. Y ahora hay una demanda tan alta de talento y pocas plazas para cubrirlo las empresas compiten entre ellas mejorando las condiciones", explica a elEconomista.es Carlos Díez de la Lastra, consejero delegado de Les Roches.
A esto hay que sumarle la mejora de los convenios colectivos. "Los salarios en el sector vienen marcados por los convenios asociados, por lo que el sector está realizando importantes esfuerzos para que estos convenios sean lo más favorecedores posible para los empleados", apuntan a este medio fuentes de Iberostar.
Baleares y Canarias, los dos principales focos turísticos de España, han actualizado en los últimos meses los convenios colectivos del sector y ambos recogen importantes subidas salariales. Los salarios en el archipiélago del Mediterráneo subirán un 8,5% entre 2023 y 2024, que se dividirá en un 5% el primer año y un 3,5% el segundo. En lo que respecta a Canarias, sindicatos y empresarios pactaron a finales del año pasado un incremento salarial del 10,25% desde el 1 de enero de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2025.