Un pueblo bonito siempre va a conservar su atractivo en cualquier circunstancia. Sin embargo, es cierto que cada lugar guarda preferencia por alguna y determinada época del año, en la que saca a relucir todo su encanto. Puede ser por su entorno natural, por el color de sus atardeceres, por la vida de sus calles, por sus aromas, o por cualquier otra razón que haga que ese sitio sea único.
En este sentido, la revista National Geographic publica periódicamente una recomendación particular a la que visitar en función del mes. Y para esta ocasión (marzo), el elegido ha sido el pueblo de Peñíscola, en Castellón.
Por qué visitar Peñíscola en marzo
Con una temperatura máxima que nos suele traspasar los 19 grados, marzo es un momento ideal para visitar este municipio, "uno de los pueblos más bonitos de Castellón", según la revista especializada.
Esto se debe a varios factores, como su castillo, su casco histórico medieval o su faro, y sobre todo la calidad de sus playas (algunas condecoradas con la bandera azul). "Pero el gran secreto playero de Peñíscola está al sur, donde se extiende el Parque Natural Sierra de Irta", añade su autor, Javier Zori del Amo.
Marzo es, demás, un periodo en el que la mayoría de sus hoteles y restaurantes comienzan a abrir sus puertas, tras haber permanecido cerrados durante el invierno. Coincide, además, con el fin de la temporada de la alcachofa de Benicarló, la única con IGP (Indicación geográfica protegida) de España.
Por si fuera poco, Peñíscola, dada su ubicación y su conexión por carretera, "es el perfecto campamento base para visitar otros rincones castellonenses, como Plana de l'Arc o El Maestrazgo", concluye el artículo.
