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Cielo Único Europeo: ¿Avance o riesgo para el sector aéreo?

  • La propuesta lleva 20 años bloqueada en Europa
Foto: Istock

El Cielo Único Europeo es una de las iniciativas legislativas más controvertidas en la actualidad. Prueba de ello es que lleva 20 años en la agenda de los gobiernos, pero sigue bloqueada en la Comisión Europea. Dicho paquete legislativo lo que establece es la puesta en marcha de un único territorio aéreo para toda la Unión Europea con dos objetivos claros. Por un lado, fomentar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera facilitando vuelos más directos, y, por otro lado, iniciar la senda de la liberalización del espacio aéreo. Se trata de dos puntos que encuentran consenso en el sector aéreo español, pero que no todos ven con tan buenos ojos.

El principal muro que encuentra esta normativa son problemas en cuanto a la soberanía nacional de los países ya que el Cielo Único Europeo implicaría la cesión de derechos de los países al conjunto de la Unión. "Nos consta que el Gobierno de España es también defensor del Cielo Único Europeo, pero esto no es suficiente ya que se requiere el acuerdo de todas las instancias de la Unión Europea", reconocen desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) en una entrevista a elEconomista Movilidad y Transporte. En este punto también coinciden los controladores aéreos, que aseguran que "no todos los países están dispuestos a que empresas de otros territorios gestionen su espacio aéreo por la información sensible que se maneja", apunta Antonio Alonso, secretario de Relaciones Internacionales de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y Miembro de la Junta Directiva de ATCEUC.

Por su parte, desde ALA aseguran que "desde el sector aéreo venimos defendiendo de forma continua y contundente la implementación del Cielo Único Europeo, porque esto permitiría hacer vuelos más directos, dejando de volar en zigzag. Esto supondría un ahorro en el gasto de combustible y una reducción de hasta el 10% de emisiones de gases nocivos para la atmósfera", apuntan a este respecto.

En este sentido, los controladores aéreos se muestran reticentes a las medidas propuestas por la Unión Europea, ya que consideran que podría suponer un riesgo para el sector. "Poner el foco de forma excesiva en la reducción de costes o en el coste de eficiencia puede provocar que los proveedores de servicios de navegación aérea no dispongan de los recursos necesarios para realizar las inversiones que den satisfacción a la demanda creciente con los mismos niveles o niveles superiores de seguridad actuales", advierte Antonio Alonso.

Desde USCA también señalan que no creen que sea necesario el Cielo Único Europeo para la reducción de gases de efecto invernadero. La razón: es imposible que todos los aviones hagan su vuelo perfecto en términos de eficiencia por cuestiones de seguridad. Y añaden que calculando las rutas, teniendo en cuenta los vientos, reduciría los tiempos, el consumo de combustible y las emisiones sin necesidad de implementar el Cielo Único.

Teniendo en cuenta que cada controlador se tiene que formar sobre la zona en la que está trabajando, uno de los principales problemas que ven a esta posible liberalización del espacio aéreo por la cual se separaría la obtención y gestión de los datos del control de la gestión del espacio aéreo, es cómo se va a gestionar el control de zonas lejanas y desconocidas para los posibles controladores futuros. "cómo haces para que un controlador que está acostumbrado a trabajar en el norte de Francia de servicio por ejemplo en la aproximación de Mallorca. El cómo se gestionaría esto es uno de los grandes problemas que vemos al Cielo Único Europeo", ejemplifica Antonio Alonso.

Otro punto que dificulta la puesta en marcha del tan ansiado Cielo Único Europeo es el factor tecnológico y la interoperabilidad. Cada país funciona con un sistema distinto y es muy complicado homologar en cada jurisdicción el mismo sistema. Es importante aclarar que estos sistemas a día de hoy no comparten información entre sí y no todos son igual de transparentes.

Es más, se ha dado el caso en Francia, en el que la interoperabilidad aun tratándose del mismo promotor del sistema, al renovarse a dejado de ser totalmente compatible. A este respecto, desde USCA sí que creen que sería de gran ayuda el implementar un sistema por el cual los controladores aéreos se puedan comunicar con más facilidad en el día a día y así optimizar las rutas dentro de la Unión Europea.

Dado que el Cielo Único Europeo requeriría de un gran cambio tecnológico, desde Enaire, organismo dependiente del Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) están trabajando en la plataforma SESAR 3, matriz tecnológica del Cielo Único en la que se elaboran labores de investigación e impulso de nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia del sector aéreo español, para que, llegado el caso, España cuente con la tecnología necesaria para implementarlo.

Es importante recordar que una reforma legal en 2010 liberalizó los servicios de tránsito aéreo de aeródromo (cuando están en el aeropuerto) en 18 aeropuertos españoles. "La liberalización ha conllevado una significativa reducción de costes y una mejora de la calidad de estos servicios, beneficiando a los usuarios de los aeropuertos, aerolíneas y viajeros", afirmaban desde la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), entidad encargada de realizar el estudio.

Desde Ala apuntan que, el cielo único iría en consonancia con las medidas que impone el Fit for 55 que gravarán al sector por varios frentes, por lo que consideran que el cielo único reducirá el impacto.

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