Correos se da más tiempo para volver a la rentabilidad. La compañía activó hace años un abanico de nuevos negocios para diversificar su oferta ante la caída del negocio tradicional. Estas nuevas actividades no han dejado de crecer desde entonces, pero la crisis del coronavirus frenó en seco su evolución y, casi de manera encadenada, los efectos de la guerra de Ucrania han disparado la partida de costes hasta hacer inviables las previsiones iniciales de la compañía pública.
Esta situación ha llevado al grupo postal a cambiar y poner bajo revisión sus metas, con una nueva estimación para regresar a beneficios, ya que, a falta de cifras oficiales, prevé incrementar las pérdidas en 2022 respecto a 2021, según explican las fuentes consultadas por elEconomista.es, y cerrar también en rojo el año que ya se ha iniciado. Esta situación aleja la vuelta a la rentabilidad y se espera que no llegue hasta el año 2027 e incluso 2028, frente a los beneficios previstos para entre 2024 y 2025.
Los efectos de la guerra de Ucrania en los gastos de explotación se han trasladado a todos los rincones del grupo. Por un lado, el encarecimiento del papel ha llevado a que su filial Nexea se fusione en la estructura del grupo. Un dato que explica esta decisión: el precio por tonelada ha pasado de 835 euros a 1.895 euros aproximadamente. La compañía ha asegurado, no obstante, la continuidad de los 150 trabajadores de esta filial tras su disolución sin liquidación y la transmisión en bloque de su patrimonio social a Correos.
Los costes energéticos, por su parte, han aumentado de manera muy brusca, hasta triplicarse. Si en 2021 el coste de la energía eléctrica fue de 15 millones para la compañía, la estimación para este año es que aumente hasta los 43 millones de euros por el consumo de su red de 2.389 oficinas. La compañía adjudicó recientemente el suministro de energía a Naturgy para este año, con posibilidad de dos años de prórroga.
La tercera partida de costes que crece es la de personal. Correos, que cuenta con aproximadamente 50.000 trabajadores, lo que le lleva a ser una de las empresas públicas con más empleados en España, va a actualizar durante este año el incremento de sueldo del 2%, que se retrasó durante 2022 entre protestas de los sindicatos CCOO y UGT contra la dirección de la compañía.
La diversificación, clave
La compañía debe afrontar esta nueva coyuntura mientras su negocio tradicional, el envío de cartas, sigue a la baja. Esa caída en el número de envíos, como sucede en todos los operadores postales del mundo, fruto de la digitalización y del cambio en los sistemas de comunicación, se vio agudizada con la crisis sanitaria, pues 2020 fue el año con la mayor caída del postal (560 millones de cartas menos). Un año después la tendencia no cambió y se perdieron otros 212 millones de envíos).
Esta tendencia a la baja se mantiene actualmente, como prueban los últimos datos del sector en España recopilados por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), y nada apunta a una reversión en 2023. Lo mismo viven otras compañías extranjeras comparables, como la británica Royal Mail o la alemana Deutsche Post, que también están inmersas en planes de transformación en sus respectivos mercados, donde miran de reojo el contexto macroeconómico y una posible desaceleración que se traduzca en una caída generalizada de la demanda.
Mientras tanto, Correos se apoya en otras actividades, como la paquetería, que sí crece y lo hace al calor del comercio online. La compañía pública también explora los negocios de nueva creación, como su operador de telefonía Correos Telecom, que está aumentando su número de contrataciones en apenas dos meses y sin activar campañas de publicidad, o Correos Cash, que permite realizar operaciones financieras básicas y registró 134.189 transacciones de ingreso y retirada de efectivo durante 2022, un 30% más. Estas nuevas actividades, que complementan los servicios prestados a domicilio por los carteros rurales y el creciente uso de otras opciones para admitir y recibir envíos en modelo autoservicio, han mantenido el nivel de visitas en niveles similares a los del año anterior.
Las gestiones administrativas de Correos en sus oficinas ya no se limitan únicamente a envíos postales y de paquetería, sino también a pago de tributos, tasas, trámites de la DGT, acceso a servicios de energía, seguros e incluso solicitar billetes de tren, tanto de AVE como de larga y media distancia.
La compañía ha completado este plan con una apuesta por la internacionalización. Desde 2019 es accionista mayoritario de Correos Express Portugal y opera en China tras aliarse Kerry Logistics y Global Freight Systems. La expansión de Correos le ha llevado a interesarse también por Brasil, donde en los últimos meses se ha interesado por Correios, sin que hasta el momento hayan trascendido novedades.