El año que viene será el año de la recuperación para la industria turística española, así lo cree CaixaBank Research. En su informe El sector turístico español, en una situación de privilegio al que ha tenido acceso elEconomista.es apuntan a que será durante 2023 cuando el PIB turístico supere los niveles previos a la pandemia tras un crecimiento del 68% en 2022 y del 4% en 2023. "Nuestras previsiones para 2023 son de crecimiento de la actividad turística. Concretamente, esperamos que el PIB turístico se sitúe ya un 2,3% por encima del nivel de 2019, tras cerrar 2022 con un 1,8% por debajo", explican desde la financiera.
Esto se producirá en gran parte gracias a dos factores, por un lado, por la recuperación de la movilidad aérea europea, y por otro, por la recuperación del turismo de larga distancia tras el elevado potencial de crecimiento del turismo de Estados Unidos y Asia. La recuperación se producirá pese al complicado contexto económico provocado por el alza de la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.

Con respecto al primer punto, desde CaixaBank Research destacan que más que recuperarse la movilidad aérea, lo que impulsará el crecimiento económico del turismo será dar por superado el episodio de saturación aeroportuaria que se ha vivido durante el verano de 2022. Y es que la rápida recuperación de la movilidad aérea provocó un episodio de fuerte saturación del transporte aéreo en Europa, a causa de la falta de personal. Esto se tradujo en que un 45% de los vuelos operados en el norte de Europa sufrió retrasos con Alemania, Reino Unido, Países Bajos y Francia como los países más afectados.
Según el servicio de estudios de la financiera, en 2023 se espera que los problemas vividos durante el último verano estén solucionados completamente, lo que supondrá una palanca de crecimiento para la industria.
El contexto económico actual está marcado por la incertidumbre, sin embargo, desde CaixaBank Research destacan la fortaleza del sector debido a su baja exposición a los costes energéticos, destina apenas un 3% de sus ingresos a sufragarlos. Además, han acometido alzas de precios en 2022 respondiendo a la fortaleza de la demanda, que ha permitido defender los márgenes y prepararse de cara a que los incrementos de costes persistan durante 2023.
El aumento de la inflación ha supuesto que el sector turístico haya registrado los precios más altos de su historia, sin embargo, este factor no ha afectado a la demanda que no se ha visto muy perjudicada. "Si bien los precios turísticos han respondido al encarecimiento de los costes de producción, según nuestro análisis el incremento de precios ha sido consecuencia, principalmente, de la fuerte recuperación de la demanda internacional que, junto con la demanda doméstica, colmó el mercado en muchos destinos turísticos españoles. Este ha sido el caso del sector hotelero, que ha alcanzado índices de ocupación superiores al 80% en un tercio de los más de 100 municipios turísticos que analiza el INE en su encuesta de ocupación hotelera", apuntan los expertos.