El gigante francés SNCF comenzó a operar en solitario esta misma semana el trayecto ferroviario entre Barcelona y París después de que hace unos días finalizase el acuerdo de colaboración que tenían con Renfe hace más de una década y que les ha llevado a perder, según confirman a elEconomista.es directivos de la compañía gala, unos 100 millones de euros. Ahora, el objetivo de SNCF es "lograr el equilibrio financiero" sin "perder dinero" en el medio plazo con la operación de esta línea, la única de las tres del acuerdo con Renfe que, según su versión, "se acercaba al equilibrio".
Pero más allá de la falta de rentabilidad, en la que los dos operadores coinciden, las versiones sobre la ruptura chocan entre sí. Según los directivos de la compañía francesa, ambas compañías trataron de conseguir un acuerdo para mantener la colaboración incluso antes de la llegada de la pandemia -el acuerdo vencía en 2019 y se prorrogó en dos ocasiones, la última de ellas terminó hace unos días-, "pero no fue posible", afirman. Mientras, desde Renfe siempre han mantenido que se trató de una ruptura unilteral por parte de SNCF.
La segunda razón que aducen desde la compañía pública francesa, más allá de la rentabilidad, es una cuestión de competencia, ya que, señalan, en un mercado abierto como el que existe actualmente en Europa, es difícil "mantener competencia y a la vez colaboración, sobre todo en cuestiones como compartir datos". Pese a ello, SNCF mantiene acuerdos similares al que tenía con Renfe en recorridos fronterizos con Alemania junto con DB, y con Suiza con CFF.
"A nivel ferroviario hemos llegado a una nueva era", señalan desde SCNF, recordando que el objetivo es que durante la transición entre la colaboración y el trayecto en solitario que Renfe también ha solicitado no hubiera una interrupción en el servicio.
El proyecto de SNCF
SNCF comienza ahora su camino en solitario y operará dos frecuencias en cada sentido diarias, que se ampliarán a tres en el periodo de máxima demanda, el verano. A nivel comercial, la compañía pública francesa ha lanzado billetes desde 39 euros en segunda clase y 49, en primera, si bien solo un 44% de los 52.000 billetes que se han vendido para este trayecto desde el pasado mes de octubre están por debajo de los 100 euros, según sus propios datos.
Como diferencia frente al Elipsos que operaba con Renfe, inOui permite llevar a animales de más de diez kilos y ha modificado las condiciones de reducción de precio para niños.
El objetivo de SNCF es ahora ampliar el mercado en nuestro país, ya que solo el 15% de los billetes vendidos hasta el momento se han transaccionado en España. "Hay una fuerte competencia con el avión, pero la gente ya apuesta por servicios más sostenibles", señalan.
De hecho, la compañía ya trabaja para lanzar trayectos domésticos en España -entre Barcelona y Girona o Figueras- para 2024, cuando reciban los permisos pertinentes.