Transportes y Turismo

¿Por qué Finlandia no tiene prácticamente accidentes mortales en carretera?

Ciudad de Helsinki, Finlandia. Foto: iStock

Finlandia, en concreto Helsinki, su capital, se ha convertido en los últimos años en la ciudad que prácticamente no registra accidentes mortales en carretera. Esto ocurre fundamentalmente por varios factores, aunque antes conviene repasar un contexto que empieza una vez terminada la Segunda Guerra Mundial.

En ella, Finlandia participó, primero luchando contra las potencias aliadas, principalmente contra la Unión Soviética, como un país colaborador del eje, y después de ser derrotada por la Unión Soviética fue obligada a luchar contra la Alemania nazi. En el comienzo de la década de 1960, Helsinki creció gracias a los ingresos de la posguerra, que permitieron que un buen número de residentes comprara un automóvil, consiguiendo así que el número de vehículos matriculados se triplicara en solo siete años.

Para gestionar el tráfico y trazar su futuro, la ciudad de Helsinki encargó un plan maestro de transporte, en coautoría de la empresa estadounidense Wilbur Smith & Associates y la finlandesa Pentti Polvinen. En 1968, los consultores entregaron su sorprendente propuesta: casi 320 kilómetros de nuevas carreteras, con autopistas de hasta ocho carriles. Sin embargo, la idea no cuajó y el pueblo de Helsinki la rechazó en un referéndum, según informa el diario Helsingin Sanomat. Con todo esto, se suponía que este plan estaría listo para el año 2000 y, para entonces, las autopistas habrían cubierto gran parte del centro de Helsinki.

Por tanto, en lugar de comprometer su futuro con el automóvil, como por ejemplo hicieron tantas ciudades estadounidenses en esa época, Helsinki mantuvo sus tranvías y se embarcó en una expansión masiva del transporte público. Tanto que en 1982 construyó el metro más septentrional del mundo, siendo el único que existe en Finlandia y también el más corto y nuevo de todos los que hay en Europa. Es muy sencillo y está distribuido en una línea en forma de horquilla con 25 estaciones y una longitud total de 35 kilómetros, que van desde el sur de Espoo a través del centro de Helsinki hasta los suburbios del este de la capital. Con el paso de los años y tras décadas de debate, se han construido prolongaciones occidentales para llegar a más gente.

Factores

Todo esto se traduce en unos resultados de accidentes mortales extraordinarios. Tan extraordinarios que en 2019 la ciudad no llegó a registrar ninguna muerte de peatones o ciclistas (en 2021 hubo dos, frente a las 22 de 1990). El año pasado fallecieron 219 personas en las carreteras finlandesas, o cuatro de cada 100.000 habitantes, solo un tercio de la tasa de EEUU, según informa Bloomberg. Sin duda, esto está condicionado por la seguridad vial del país que, al igual que ocurre en Noruega o Suecia, obedece a que las carreteras son más seguras, si se compara con las ciudades de otros países. 

Aparte de la seguridad, la limitación de la velocidad juega otro papel clave. Tras descartar el plan de 1968, las autoridades finlandesas se embarcaron en una campaña de décadas para reducir la velocidad de los vehículos motorizados. Por ejemplo, en la década de 1970, el límite normalmente era de 50 kilómetros por hora en las ciudades; en el 2000, bajó a 40 km/h, y ahora, más de la mitad de sus calles tienen un límite de 30 km/h. Y el resultado no ha podido ser más esperanzador, ya que las muertes entre quienes caminan y andan en bicicleta cayeron un 75% en todo el país entre 2005 y 2020, y las lesiones graves también disminuyeron.

El de las multas es otro factor que ha influido en la población finlandesa. En este sentido, Helsinki ha instalado alrededor de 35 cámaras automáticas para atrapar a los conductores de velocidad, y aquellos que superen el límite de velocidad en 20 km/h recibirán una multa de 200 euros. No todas las cámaras de la ciudad están encendidas a la vez, pero, lo que es más importante, los conductores no saben cuáles están apagadas. "La gente quiere estas cámaras, especialmente cerca de las escuelas", indicó Heikki Palomaki, gerente de la unidad del sistema de transporte de la ciudad.

Por último, hay un factor totalmente diferencial, y ese está relacionado con la concienciación del hielo. El caso más claro es el de Oulu, una ciudad de 200.000 habitantes ubicada a unos 160 kilómetros al sur del Círculo Polar Ártico. A pesar de aproximadamente 100 días de nevadas, Oulu es la capital ciclista de Finlandia, con una densa red de carriles bici que permiten que uno de cada cinco viajes se realice sobre dos ruedas, casi el doble del promedio nacional. Un número notable de residentes de Oulu sigue montando en bicicleta durante los oscuros y gélidos inviernos. Los niños también.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky