
Agridulce, así se podría definir el verano de 2022 en lo que a turismo se refiere. El sector no es que haya recuperado las cifras previas a la pandemia, es que las ha superado en un 2,7% según el último informe trimestral Perspectivas Turísticas, realizado por la alianza turística Exceltur. Sin embargo, el contexto económico actual marcado por el alza de los precios está lastrando los beneficios de las empresas del sector y estrechando sus márgenes. "Los buenos resultados en ingresos no se corresponden a los márgenes y los beneficios. Existen grandes disparidades entre empresas, subsectores y destinos", ha explicado el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, durante la presentación del informe.
Pese a que la crisis económica no está completamente superada, desde Exceltur destacan que "las ansias por viajar se han desbordado este verano, superando con mucha venta de última hora, nuestras previsiones iniciales, si bien a costa de consolidarse la reducción de márgenes y resultados empresariales, por unos costes muy excedidos a los previstos", ha destacado Zoreda.
Desde Exceltur destacan que el tercer trimestre ha estado marcado por una intensificación del aumento de los costes empresariales, muy por encima de la recuperación parcial de precios, lo que ha lastrado la capacidad de mejorar los márgenes y resultados en la misma intensidad.
Los precios en el sector turístico han subido un 8,4% en el tercer trimestre en comparación con el mismo periodo de 2021 mientras que los costes del petróleo han aumentado un 29,3%, los energéticos un 32,8%, los de otros suministros un 18,1% y los costes salariales un 10,4%. "Se identifican profundas diferencias entre aquellas empresas de mayor tamaño con capacidad de contratar coberturas y generar economías de escala frente a las pymes. La realidad empresarial es que se discrimina a compañías por su capacidad de diferenciarse", ha asegurado el vicepresidente de Exceltur.
Las perspectivas del sector son buenas de cara a los próximos meses, sobre todo, si se tiene en cuenta que sigue habiendo mucha incertidumbre. La industria espera seguir creciendo los próximos meses aunque de una manera ralentizada. "Los analistas hablan de malos augurios pero la actividad va a seguir creciendo aunque reconocemos que se va a producir cierta ralentización. Aun con cautela estimamos que vamos a cerrar el año rozando el mismo nivel de actividad que en 2019", ha asegurado el director de Estudios e Investigación de esta organización, Oscar Perelli.
El sector espera que el PIB turístico para el conjunto del año roce los niveles prepandemia, 154.000 millones de euros), lo que supondría quedarse apenas 1.000 millones por debajo de las cifras de 2019. Este escenario, pese a optimista, recoge una moderación en la recuperación estimada para los últimos tres meses del año. De cumplirse este escenario, el 65% de la recuperación de la economía española em 2022 estaría explicado por la actividad turística.
Empleo de más calidad
La recuperación del turismo también se ha traducido en una mayor creación de empleo, desde Exceltur destacan, sobre todo, los datos relativos a la temporalidad que ha pasado de un 30% el pasado mes de febrero a un 11% en la actualidad según recogen los datos del mes de septiembre. "La capacidad de crear empelo ha sido evidente. El turismo ha cerrado septiembre con creación de un mayor y más estable nivel de empleo", ha explicado el vicepresidente de Exceltur. Se trata de la primera vez que el sector turístico presenta un nivel de temporalidad en los contratos por debajo del resto de sectores, que de media se han situado en septiembre en el 17%.
Con respecto a la creación de empleo, se sitúa un 1,1% por encima de los niveles de 2019, aunque desde la alianza turística reconocen que esta cifra podría haber sido mayor de no haberse producido múltiples dificultades para encontrar personal durante los meses centrales del verano. Las infraestructuras donde ha habido más problemas a la hora de encontrar personal ha sido en los aeropuertos.
Nacional vs internacional
El turismo nacional está ganando cada vez más peso frente al internacional, de hecho, la demanda extranjera pierde fuerza con respecto a primavera, que coincidió con las vacaciones de Semana Santa.
Esto se debe principalmente a la falta de recuperación de los mercados nórdicos, la menor fortaleza del alemán e italiano y la falta de turismo ruso, que en zonas como Barcelona, por ejemplo, suponía su segundo mercado antes del inicio de la guerra. Sin embargo, la demanda británica, francesa, centroeuropea y portuguesa han mantenido su dinamismo.