España tiene un objetivo claro en lo que a movilidad eléctrica y sostenible se refiere, instalar entre 250.000 y 340.000 puntos de recarga a nivel nacional para 2030. Además, el sector busca acelerar la implantación de una infraestructura para la recarga o el repostaje de vehículos con combustibles alternativos. El camino para conseguir estos retos no puede realizarse sin el apoyo de las Administraciones Públicas.
Sobre esto se ha charlado en la primera mesa de debate del foro Movilidad y transporte: hacia un nuevo futuro organizado por elEconomista.es. Esta ponencia, bajo el título Movilidad Sostenible. Combustibles alternativos, ha contado con la presencia de David García Mancera, responsable de desarrollo de negocio de New Mobility en Cepsa; José Luis Vidal, responsable de Movilidad de Redexis; y Pablo de Regoyos, responsable de empresas y Administraciones Públicas en Smart Mobility de Iberdrola.
Hay que tener en cuenta que en España el parque de vehículos es uno de los más antiguos de Europa, con una media de edad de entre 12 y 13 años, es más, no se está renovando al mismo nivel que en el resto del continente. Los expertos tienen claro por donde pasa a la solución a este problema. "En España hay 17 comunidades autónomas y miles de ayuntamientos. El problema es que cualquier organismo público tienen competencias en materia de movilidad y transporte y eso genera dificultades para que consigamos llegar a nuestro objetivo. Simplificar estos procesos sería la clave", asegura el responsable de Empresas y Administraciones Públicas en Smart Mobility de Iberdrola.
En una línea muy similar se ha pronunciado el responsable de movilidad en Redexis, que a la unificación de los procesos ha añadido un nuevo factor: las ayudas públicas. "Hay muchas administraciones públicas y se avanza más lento de lo que nos gustaría, pero también hacen falta incentivos, hay ciertas tecnologías tienen un coste, que es muy razonable, pero tenemos que centrarnos en desarrollar estas tecnologías rápidamente y para eso necesitamos el empujón de la Administración Pública con las ayudas europeas", apunta.
La colaboración no debe ser solo con las administraciones públicas, es vital también la unión entre las diferentes compañías que forman el sector. "Tenemos que estar muy alineados. Hay veces que tenemos los permisos y la tecnología pero no tenemos acceso a la red. Estamos trabajando en este punto, tenemos palancas muy potentes que favorecen el desarrollo", ha añadido el responsable de desarrollo de negocio de New Mobility en Cepsa.
Pese a que el camino que queda por recorrer todavía es muy largo, los expertos destacan que España juega con cierta ventaja. "En España tenemos la suerte de tener una de las industrias de automoción más potentes del mundo y lo mismo pasa con la industria eléctrica. Estos dos sectores juntos hacen de Espala un país ganador y estamos avanzando a ello a gran velocidad. Pero para conseguirlo necesitamos mucha colaboración, esta revolución no es fácil. Tenemos que aprovechar las grandes oportunidades que tenemos en la movilidad eléctrica", ha añadido De Regoyos.
Combustibles alternativos
Cuando se piensa en movilidad sostenible lo primero que viene a la mente es el vehículo eléctrico, pero la realidad es que cada vez hay más alternativas sobre la mesa y una de las que más peso está ganando es el hidrógeno. "No debemos dejar atrás ninguna tecnología, tenemos que trabajar por los combustibles renovables. Creo que vamos a llegar más lejos si avanzamos en todas las tecnologías", ha apuntado Vidal.
"Al final estamos ante un camino muy largo, queremos conseguir un parque de tres millones de vehículos eléctricos en 2030 y me parece complicado tener puntos de carga suficientes pero tenemos que hace un esfuerzo en hacer el parque de coches más sostenible. Creo que todo será eléctrico, pero un eléctrico apoyado en muchas tecnologías", ha añadido García Mancera. Sobre esto, De Regoyos cree que la mayoría de los vehículos serán eléctricos en el futuro "y donde no se consiga estará el hidrógeno".
El hidrógeno también va a ser una alternativa en la industria del transporte de mercancías. "Si nos vamos a las sinergias de grandes industrias que necesiten el hidrógeno verde, el coste puede ser mucho más competitivo, pero para eso tenemos que encontrar una demanda. Es una tecnología que no está madura para eso hay que probarla, tenemos que apostar y probar. Pero para ellos volvemos a lo que hablábamos antes, necesitamos unas ayudas que incentiven esta investigación", ha apuntado el responsable de Cepsa.
Tal y como describe García Mancera fomentar esta demanda es imposible sin la colaboración público privada. "Hay que crear un mercado de hidrógeno que actualmente es inexistente, el interés está ahí pero hay que incentivar a los fabricantes con incentivos públicos", ha añadido De Regoyos.