
Adamo y los sindicatos han acordado reducir el número de personas afectadas por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado hace un mes. La empresa planteó 83 despidos (lo que suponía el 31,5% de la plantilla de unos 263 empleados) para comenzar las negociaciones y finalmente se producirán 66 salidas y 17 subrogaciones, lo que supone una reducción del 28,48%.
Otro aspecto relevante fruto de las negociaciones es el porcentaje de salidas voluntarias: se han aceptado 22 de 23 solicitudes de voluntariedad, es decir, el 95,65%. Esto representa que más de un tercio (33,33%) de las salidas se hará de manera voluntaria, minimizando el número de salidas forzosas, que finalmente serán 42, según un comunicado de UGT de este jueves.
Además, desde el sindicato celebran que el acuerdo recoge mejoras sustanciales en las condiciones económicas y sociales para las personas afectadas con indemnizaciones superiores a las inicialmente planteadas, pudiendo alcanzar los 45/33 días por año trabajado y hasta 24 mensualidades. Asimismo, se activarán medidas de protección social como servicios de outplacement durante 9 o 12 meses (según edad), y cobertura de seguro de salud durante un año. Estas medidas qcomplementan el CES hasta los 61 años para mayores de 55 años.
Por otro lado, el acuerdo recoge protecciones específicas para colectivos especialmente vulnerables, incluyendo familias monoparentales con menores o personas con discapacidad, y víctimas de violencia de género. También se aprobará una cláusula de no afectación conjunta para parejas, evitando que ambos miembros puedan salir de manera forzosa de la empresa en el mismo proceso. La empresa también se ha comprometido a no iniciar nuevos EREs durante los 12 meses siguientes a la última salida.
"Desde UGT, consideramos que este acuerdo no elimina el impacto negativo de un despido colectivo, pero sí supone una mejora notable respecto a la propuesta inicial de la empresa. Se han defendido hasta el final criterios de equidad, justicia social y sensibilidad hacia las situaciones individuales más delicadas. Asimismo, queremos agradecer a la empresa la receptividad y sensibilidad mostradas ante muchos de los planteamientos trasladados por esta representación. Su disposición a incorporar propuestas clave ha sido determinante para alcanzar un acuerdo que, dentro de la dificultad del contexto, reduce el impacto y mejora las condiciones de salida", señalan desde el sindicato.
El ERE responde a causas principalmente económicas, derivadas del esfuerzo inversor realizado en el despliegue de la red de fibra óptica. La amortización de la deuda asociada a esta inversión ha generado importantes tensiones de liquidez, afectando a los márgenes operativos y provocando resultados negativos, según justificó la empresa a los trabajadores. La mayoría de la plantilla se encuentra en Barcelona, pero también habrá despidos en Madrid, Sevilla y Cantabria. También concurren causas organizativas y productivas, dado que la compañía considera necesario reestructurar sus procesos y su modelo organizativo para adaptarse a los cambios del mercado, incorporar nuevas tecnologías y recuperar una senda de crecimiento sostenible.