Especial Empresa Global
Telefónica, la empresa multinacional española de telecomunicaciones es uno de los mejores ejemplos sobre como abordar un proceso de expansión. La compañía cuenta más de un centenario de historia y 100.870 trabajadores, de los cuales un 13% son menores de 30 años, apostando por el talento joven. Actualmente, está presente en 10 países. Y, gracias a un equipo cualificado, que suma más de 50 nacionalidades, la compañía es capaz de prestar servicio a más de 5,5 millones de clientes B2B en todo el mundo.
La internacionalización ha sido siempre un objetivo para la compañía y, por ello, ha llevado a cabo diferentes métodos de acción para expandirse fuera de nuestro país desde los años 80. De hecho, uno de los grandes momentos que vivió la compañía en este sentido fue en el año 2005, cuando adquirió la empresa de telecomunicaciones británica O2. Fue su oportunidad de expansión por el Viejo Continente a gran escala, aunque previamente ya había incursionado en el mercado rumano y portugués. Ese mismo año, también incursionó en el mercado chino adquiriendo el operador China Netcom. Sin embargo, la región donde Telefónica ha sabido destacar y consolidarse como un referente ha sido Latinoamérica, destacando especialmente en Argentina, Chile, Perú, Colombia y México.
Al igual que otras grandes compañías, la estrategia de internacionalización que ha seguido Telefónica se basa en adaptarse a las necesidades de cada mercado y en ofrecer un servicio de calidad e innovador. Para ello, se ha enfocado en invertir en tecnologías como la conectividad 5G, el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y la nube, con el objetivo de ofrecer servicios diversificados a nivel global. De este modo, la multinacional ha tenido como eje principal de su futuro empresarial el crecimiento exterior, que se ha visto reforzado por la continuidad que le han otorgado los diferentes presidentes que han ocupado el cargo.
