
Como el valor al soldado, se sobreentiende que los usuarios de ordenadores trabajan en el 99% de los casos sobre una silla. Aunque pueda parecer obvio, el asunto no es menor ya que la correcta posición ante la pantalla incide en la actividad. La comodidad del mobiliario, su ergonomía y contribución en la higiene postural son cuestiones que poco a poco ganan relevancia no sólo en ámbito profesional, sino también en el particular. Jugones y teletrabajadres han sufrido sillas de tortura desde el principio de los tiempos y ha llegado el momento de romper con todo lo anterior. En este empeño universal se maneja el fabricante Razer, referencia en el pujante negocio de las sillas de escritorio.
La cantidad y diversidad de modelos confirman la solidez de una silenciosa industria, cuya contribución en la productividad debería ser motivo de estudio en el futuro. Ante ese nuevo escenario, Razer propone su particular trono para los juegos o, cada vez más, para las interminables horas de trabajo. Se trata del modelo Iskur V2, fruto cincelado tras más de 63.000 horas de I+D y resultado de más de mil prototipos y alrededor de 50.000 horas de pruebas internas.
Entre las novedades más sobresalientes destaca la incorporación del primer sistema de soporte lumbar 6D adaptable y ajustable del mundo, según destaca la misma compañía, quien también se prodiga en detalles diferenciales de una criatura que gira y responde a los movimientos laterales del cuerpo, para así ofrecer un soporte lumbar completo incluso cuando uno se sienta en diagonal hacia la pantalla. "Si quieres conseguir el ajuste perfecto, no tienes más que mover las ruedas de los laterales izquierdo y derecho para ajustar la altura y el soporte saliente. Además, el soporte lumbar adaptable se mueve hacia la izquierda y la derecha al ajustarse automáticamente a tu postura, para que disfrutes de un amplio apoyo en todo momento", explica el fabricante".
Como otros modelos de la competencia, la Ikur V2 permite ajustar al gusto la altura y profundidad del asiento, pero también ofrece una "inclinación reactiva del asiento con hasta 152 grados de reclinación".
Los 'culos de buen asiento' también apreciarán las prestaciones de la silla para reclinarse y enderezarse de manera dinámica, de forma que el usuarios puede ajustar el mecanismo de forma automática a cualquier cambio de posición, con un generoso ángulo de reajuste, tanto para el trabajo, el juego o el descanso.
Los reposabrazos también merecen mención por sus cualidades 4D, es decir, dispuestos para ajustes de arriba y abajo, de adelante y atrás, de izquierda a derecha y de hacia dentro o hacia fuera. Los materiales igualmente son premium, empezando por la almohadilla de espuma viscoelástica, mientras que el resto de la anatomía compagina suavidad, flexibilidad y durabilidad, ecuación nada fácil de resolver. De esa forma, el tejido sintetico y transpirable -ya sea tintado de negro o de vere- está diseñado para resistie al agua y humedades, así como a la descamaciñon y el agrietamiento.
El buque insignia de Razer ofrece una decena de mecanismos de personalización: Altura del suelo al asiento (435-535 cm); altura del asiento al reposabrazos (200-326 mm); diámetro de la base (690 mm); ancho del asiento, incluidos los laterales (530 cm); Ancho de la superficie del asiento (400 mm); Distancia entre reposabrazos, es decir, la distancia interna entre reposabrazos (445-493 mm); Ancho del respaldo (510 mm); Ajuste lateral del reposabrazos (24 mm); Profundidad del asiento (40 mm); ajuste de la rotación hacia dentro y hacia fuera del reposabrazos (50 grados), ajuste de delante hacia atrás del reposabrazos (40 mm); saliente de soporte lumbar (40 mm); altura de soporte lumbar (60 mm); altura del respaldo (855 mm) y reclinación máxima (153 grados). Además, la silla Razer Iskur V2, soporta hasta 136 kilos, e incluye una garantía ilimitada de tres años, como todas las de su familia.