
Telefónica ha vaciado de personal la mayor parte de su histórico edificio de Gran Vía 28, hasta hace unos años sede de la compañía e icono de un grupo que en abril de 2024 cumplirá su primer centenario. En concreto, el grupo ha decidido trasladar a gran parte de la plantilla de la Fundación Telefónica desde su céntrica ubicación hasta las instalaciones corporativas del Distrito de la Comunicación, en Las Tablas, en Madrid.
Según ha podido confirmar elEconomista.es, el objetivo de la compañía de telecomunicaciones consiste en centralizar determinadas actividades que hasta el momento se encontraban en ubicaciones dispersas de la capital. Pese a que aún no hay nada decidido, las siguientes mudanzas podrían afectar a Wayra y Open Future, para reunirse con el resto de sus compañeros del grupo. Por todo lo anterior, permanecerán en el emblemático edificio las exposiciones permanentes y temporales de la Fundación Telefónica, junto las instalaciones y equipamientos de la primera centralita de telefonía del país, así como toda la planta baja, donde permanecerá el Flagship de la compañía, el mayor espacio comercial de una teleco en España y las exposiciones de la Fundación Telefónica. Según las fuentes consultadas por este periódico, en breve quedará completamente vacía desde la quinta planta hasta la azotea, de un edificio de 15 pisos situado sobre un solar de 2.280 metros cuadrados.
Fuentes de la compañía han negado a elEconomista.es su intención de poner en alquiler el espacio sin uso del edificio, pese a que el precio en la zona es el más cotizado del país para el sector de retail, con valoraciones de 248,15 euros el metro cuadrado, según datos actuyalizados al tercer trimestre del año y referido a locales de cien metros cuadrados. Además, la compañía también descartó cualquier plan inmediato de traslado de empleados de Wayra y de Open Future. No obstante, otras fuentes del sector aseguran que la teleco podría estudiar una posible puesta en valor de dichos activos en el futuro, en su estrategia de optimizar los recursos en beneficio de la compañía y sus accionistas.
Hasta la fecha, Telefónica ha protagonizado una intensa actividad desinversora de inmuebles en los últimos años, con la venta de edificios como la Torre Diagonal 00, por 150 millones de euros, o su antigua sede central en la Ciudad Condal, situada en la calle Fontanella con la avenida Portal de l'Àngel, por unos 100 millones de euros. Hizo lo propio con su primera sede en Málaga, situada junto a la catedral de la ciudad, por unos 12 millones de euros. A todo lo anterior se añade el cierre de sus 1.200 centrales de cobre, edificios y locales llamados a engrosar el negocio inmobiliario de la compañía.
El denominado Edificio Telefónica Madrid se construyó entre 1926 y 1929 por encargo de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE). Sus más de 89 metros de altura le convirtieron en el rascacielos más alto de Europa durante casi un cuarto de siglo. Sus dimensiones fueron motivo de críticas en la época ya que privaba de rayos solares a otros edificios aledaños.
El arquitecto Ignacio de Cárdenas proyectó 13 plantas de forma inicial, para luego crecer en otras dos plantas en la parte inferior. Durante la Guerra Civil, la entonces Avenida Pi y Margall fue conocida como la avenida de los obuses, debido a los sólidos refugios de sus sótanos, cuyas galerías subterráneas de más de medio kilómetro conectaban con el antiguo edificio de la Real Casa de Correos, ahora sede del Gobierno regional de Madrid. El edificio, con sus 660 ventanas, resistió el asedio de 120 proyectiles y mantuvo su actividad durante la Guerra Civil, compaginada con la entonces Oficina de Prensa Extranjera y Propaganda.