Telecomunicaciones y tecnología

Telefónica se cita con una junta pendiente de la acción, la deuda y O2

  • Desde el 1 de enero, las acciones de Telefónica han caído un 4,76%
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.

Los accionistas de Telefónica acudirán hoy a la junta de la compañía con la mirada clavada en la evolución de la acción, que ayer cerró en 7,74 euros, y con la esperanza de descubrir nuevos estímulos que inviten a afrontar el futuro con optimismo. Los esfuerzos realizados en los últimos meses para reducir la deuda han sido notables, como el hecho de que por primera vez en cuatro años se haya rebajado el lastre financiero a lo largo de un primer trimestre del curso.

Así, a finales de marzo la deuda se cifraba en 43.975 millones, pero con un balance más sólido al incrementar la vida media de los préstamos a los 9,11 años. El beneficio en 2017 creció el 32%, la generación de caja el 13% y el pago de dividendo está asegurado en los 0,4 euros para este ejercicio. El grupo también ha invertido en redes de nueva generación más y mejor que sus iguales. Todo lo anterior está muy bien, pero gran parte de los accionistas esperan un desapalancamiento más vistoso que el producido a golpe de recursos orgánicos durante los tres últimos años. El futuro de la desinversión en la filial británica O2, ya sea parcialmente con una salida a bolsa o con la venta a otro grupo, será uno de los temas sensibles. José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, no tiene el verbo malvender en su vocabulario, lo que descarta de antemano cualquier operación corporativa motivada por las prisas o exenta de sentido estratégico y financiero. De esa forma, los accionistas afinarán hoy el oído en el caso de que el presidente desvele sus intenciones respecto al negocio británico.

Salida a bolsa de O2

El pasado abril, Telefónica despejó muchos obstáculos para colocar su filial británica en bolsa justo después de arrasar en la subasta de frecuencias en el Reino Unido. Hace poco más de cien días, tras la presentación de resultados anuales, Álvarez-Pallete reconoció que estaba preparando O2 "para una posible salida a bolsa y trabajando en procesos internos para estar preparados cuando se dé la posibilidad". Algo muy parecido podría decir hoy.

Por el contrario, la reforma en los estatutos en Telefónica Argentina para poder salir a bolsa despertó las especulaciones en ese sentido, algo que ahora se descarta por las tormentas monetarias en aquel país. La incertidumbre de los tipos de cambio en Latinoamérica también planea sobre un gigante que cada mañana mira con preocupación su comportamiento en el parqué. El mercado no parece conformarse con el crecimiento orgánico, ni tampoco con la pujanza de un mercado español que en el último trimestre se ha convertido en uno de los motores de crecimiento del grupo.

El año pasado por estas fechas, Telefónica ya lamentaba en su última junta la desafección de la bolsa, con los títulos entonces en 7,66 euros. En esta junta se repetirá la historia, aunque seguramente habrá ocasión para recordar que los bancos de inversión sitúan el precio objetivo de la teleco en los 10 euros, así como la delicada evolución del conjunto de la industria.

Desde el pasado 1 de enero, Telefónica ha cedido el 4,76% de su valor, mientras que el sector (STXE 600 Telecom) ha perdido casi el doble, el 9,25%. El desplome de algunos de los colosos europeos durante este curso es hasta seis veces mayor que el de Telefónica: British Telecom, con una caída del 25,3%, mientras que Vodafone digiere un -20,2%.

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