
La fabricante de chips Qualcomm despedirá a cerca de 1.500 empleados, llevando a cabo el recorte de costes que había prometido a sus inversores en enero y que tasó en 1.000 millones de dólares.
La compañía realiza este movimiento después de que el gobierno estadounidense vetase en marzo que la estadounidense fuese comprada por su rival de Singapur, Broadcom, en una operación valorada en 117.000 millones de dólares. La Administración Trump alegó entonces razones de seguridad nacional para evitar que se produjera la operación.
La empresa californiana cuenta en la actualidad con más de 33.000 trabajadores, incluyendo aquellos a tiempo parcial. Qualcomm alega que los despidos son necesarios para "apoyar el crecimiento y el éxito de la compañía a largo plazo", según recoge Bloomberg.
Así, el objetivo de la tecnológica es alcanzar un beneficio ajustado por acción de entre 6,75 y 7,50 dólares por título en el año fiscal 2019, mientras que en 2017 fue de 4,28 dólares.
En lo que va de año, la empresa se ha dejado más de un 17% en bolsa y este jueves ha llegado a caer casi un 5% tras conocerse los despidos. En el mismo periodo, el S&P 500 gana medio punto porcentual, mientras el Nasdaq Compuesto crece más de un 4%.