
En la lucha global por las tecnologías del futuro, Europa se arriesga podría quedar rezagada. Esto es de lo que está avisando el grupo formado por las instituciones, firmas tecnológicas e innovadores y personalidades relevantes de Europa. Este conjunto se conoce como Joint European Disruptive Initiative (JEDI), y asegura que Google, Apple, Facebook y las empresas de inteligencia artificial de China se están adelantando a las firmas europeas y podrían relegar a Europa a un lugar muy secundario en este sector.
JEDI, las siglas en inglés de Iniciativa Conjunta Europea de Disrupción, cuenta entre sus 117 miembros al ex máximo ejecutivo de Deutsche Telekom, René Obermann; a la primera mujer astronauta de Francia, Claudie Haigneré; al director de la agencia de seguridad cibernética de ese país, Guillaume Poupard, y a Wolfgang Wahlster, jefe del Centro de Investigación para Inteligencia Artificial de Alemania (DFKI, por sus siglas en alemán). Y llama a los Gobiernos a intervenir con urgencia.
"Lo que importa es la velocidad; la velocidad de innovación, de ejecución, la velocidad con la regulación inteligente", señala André Loesekrug-Pietri, un inversor que ha trabajado durante una década en China e hizo lobby para crear el grupo JEDI en agosto. "El que fija la velocidad, fija las normas. Si Europa no cambia de ritmo, se volverá irrelevante".
El grupo JEDI pide la creación inmediata de un fondo paneuropeo de 1.000 millones de euros para proyectos de investigación fundamentales, con una unidad pequeña y ágil que tarde solo un par de meses en decidir si invierte en un proyecto o no.
La organización no gubernamental quiere modelar sus esfuerzos e imitar a la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que ayudó a crear el ratón de los ordenadores, una de las primeras versiones de un robot con inteligencia artificial y fue uno de los precursores de internet.
Procesos lentos y tediosos
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, dan en la tecla al llamar la atención sobre la necesidad de que Europa se esfuerce más con las tecnologías disruptivas, pero los líderes industriales temen por la falta de urgencia en la región. Los intrincados pasillos del poder, la burocracia y la lentitud para tomar decisiones de Europa implican que desarrollar una operación como la de JEDI lleve meses, según dos funcionarios en la oficina de Macron.
"Todas las iniciativas son buenas, pero hoy los proyectos se hacen a escala nacional y son demasiado pequeños o bien se hacen a nivel de la UE y las decisiones se toman con demasiada lentitud", explica en entrevista Marwan Lahoud, miembro de JEDI y vicepresidente de Idemia, una empresa francesa de seguridad y biométrica.
El fondo de innovación de la UE, Horizon 2020, tarda cerca de ocho meses en evaluar un proyecto antes de otorgar un euro y no financia la investigación básica para inventos que podrían ser la referencia en los próximos diez años.
"Los tecnócratas tienden a buscar casos de negocios", señala Lahoud. "Pero la mayoría de las veces no tenemos eso. Necesitamos invertir en proyectos que están empezando y aún carecen de madurez".