
Por primera vez en la historia de las telecomunicaciones españolas las líneas de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) superaron a las conexiones de DSL en España. Eso sucedió el pasado julio, cuando la fibra óptica sumó 5,7 millones de abonados, mientras que el DSL (en su mayoría ADSL) alcanzó los 5,5 millones de suscriptores, según los datos que este miércoles desveló la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El punto de inflexión en el negocio de la banda ancha fija no tiene vuelta atrás, dada la importancia estratégica que conceden los operadores españoles a la fibra óptica, en detrimento del DSL y sus variantes, como el ADSL y el VDSL, entre otros. De hecho, Telefónica tiene previsto desplegar las conexiones de FTTH allá donde exista una de cobre, según recalcó el pasado verano Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica de España.
Según se desprende de los datos del supervisor sectorial del mercado, la fibra óptica de Movistar acapara casi la cuarta parte del mercado de la banda ancha, con una cuota del 23,22%, frente al 18,9% del FTTH de otros operadores (Orange, Vodafone y MásMóvil, Euskaltel, Telecable, entre otros).
El cable, estancado
Las líneas de cable (HFC) representan el 18,33% del total, mientras que el negocio del DSL se reparte de forma parecida entre Movistar (18,33%) y el resto de los operadores de DSL (21,93%).
La velocidad del relevo tecnológico ha sido prodigioso en España. En julio de 2012 apenas existían 250.000 líneas de fibra en España, cifra que se duplicó en 2013 y se cuadruplicó en 2014, cuando alcanzó el primer millón. El repunte se aceleró en 2015 con 2,3 millones para en 2016 alcanzar los con 4,1 millones de líneas y los referidos 5,7 millones del pasado julio. La apuesta generalizada de los operadores por el FTTH incide directamente en la mejora de la calidad de las conexiones de banda ancha fija, con servicios con velocidades de 300 Mbps en Movistar, de hasta 500 Mbps en Orange y en breve de 1.000 Mbps (1 Gbps) simétricos de Vodafone.