
La expresión claro que sí, guapi ha pasado de la pantalla a la calle y solo tiene un responsable: Dommo. La agencia de publicidad es la creadora del anuncio de Chicfy, aunque cuenta a sus espaldas con éxitos como la campaña de Tuenti móvil, La Casera o la de Fiat500. Agustín Vivancos, fundador y consejero delegado de la agencia, narra cómo Dommo nació en un loft de San Sebastián de los Reyes en 2004, pero no dio el gran salto hasta su traslado a la Capital. Cuestión de imagen.
¿Le ha sorprendido el éxito del anuncio de Chicfy?
Es una auténtica locura, no lo entendemos. Está a la par que el anuncio de la Lotería de navidad, pero con una inversión diez veces menor. Chicfy ya es parte de la cultura popular, la gente dice claro que sí, guapi, y ya se han hecho hasta camisetas.
¿Ha bajado, tras la crisis económica, la inversión en las campañas?
La inversión se está recuperando, pero aún está muy lejos de los niveles precrisis. Cada vez se buscan producciones más económicas, aunque hoy en día se hacen campañas espectaculares muy baratas.
¿Hacia dónde se dirige el mundo publicitario?
Iniciamos 2016 concluyendo que el modelo actual de la agencia de publicidad está muerto, pero es un mensaje muy positivo. Ahora no competimos contra otras agencias, pero sí contra Facebook o Google, que nos están robando parte de pastel. Al final tenemos que cambiar y añadir nuevos perfiles hiperespecializados, aunque la creatividad siempre va a estar en el centro.
Dommo ha logrado posicionarse en 13 años en el 'top 3' de las agencias independientes del país, ¿cómo resume esa evolución?
Cuando trasladamos nuestra sede al centro de Madrid tuvimos un crecimiento muy grande, porque ganamos la cuenta de Fiat 500 o la de la opa de E.On contra Endesa, aunque al final no se hizo... En el año 2009 vino la crisis y perdimos la mitad del negocio, con lo cual partimos de cero y desde entonces hemos crecido un 15% todos los años. El gran cambio fue en 2012, cuando incorporamos creativos sénior y dimos un paso de gigante en creatividad pasando del puesto 29 al siete en el ranking de percepción global de mercado.
¿Cuál es la esencia de la agencia?
El inconformismo. Nos encanta el cambio. Cambiamos los sitios, redecoramos la agencia, redefinimos el modelo de negocio constantemente...
¿Y la campaña por excelencia?
Esa siempre es la que está por salir. Ahora estrenamos los nuevos anuncios de La Casera, Yoigo o Chicfy y estamos ansiosos. No colgamos campañas en las paredes para no vivir del pasado y obligarnos a hacer cada vez un trabajo excelente.
¿Hay talento en el país?
No tenemos nada que envidiar y eso se ve en Cannes -donde se celebra el Festival Internacional de la Publicidad-. La diferencia está en el presupuesto, no tenemos producciones de 20 millones.
¿Qué previsión tiene para el cierre de cuentas de 2016?
El año ha sido frustrante. Ha sido muy bueno en nuevo negocio porque hemos ganado diez cuentas y sin perder ninguna, pero hemos notado una bajada de inversión de clientes que nos ha repercutido y hay muchas campañas que se han quedado en el tintero. Financieramente vamos a acabar bien, llevamos muchos años de crecimiento, al igual que este, pero moderado. Por otro lado, hemos hecho las mejores campañas, y no han salido.