MADRID (Reuters) - Indra anunció el miércoles un esperado plan estratégico hasta 2018 con el que adelgazará su estructura para ahorrar entre 180 y 200 millones de euros al año, noticias que impulsaban al grupo tecnológico y defensa español a lo alto del Ibex-35 con un avance del 7 por ciento.
Entre las medidas se incluye una gran reducción de plantilla que, en el caso de España, ascenderá inicialmente a 1.850 empleados (alrededor del 10 por ciento de la plantilla dómestica) y a otras 1.000 personas en el caso de sus negocios en Latinoamérica.
Con la nueva estrategia a 2018, INDRA (IDR.MC)espera incrementar sus ventas entre el 2,5 por ciento y el 4,5 anual y alcanzar un margen de Ebit recurrente sobre ventas de entre el 10 y el 11 por ciento en el horizonte del plan, cuando esperan generar flujos de caja libre de unos 200 millones de euros para llevar al nivel de 1x el ratio de apalancamiento financiero deuda neta/Ebitda.
Sólo con la reestructuración organizativa, la tecnológica se ahorrará unos 120 millones de euros por año, mientras que recortando gastos de producción espera ahorrarse unos 30 millones de euros y ahorrar entre 20 y 40 millones recortando los sobre costes y pérdidas de proyectos.
Indra también anunció un nuevo ajuste negativo de 395 millones de euros, relacionado principalmente con "proyectos onerosos" en Latinoamérica, pero también por la corrección del valor de determinados activos, fundamentalmente en Brasil.
Sin embargo, la tecnológica señaló que del "importe total, sólo tendrían impacto en caja 87 millones de euros aproximadamente, de los cuales alrededor de 35 millones de euros impactarían antes del 31 de diciembre de 2015 quedando el resto distribuidos en los próximos ocho ejercicios".
El relevo en la presidencia del grupo a finales del pasado enero destapó una serie de desajustes que llevaron al nuevo equipo gestor encabezado por Fernando Abril Martorell a reevaluar negocios, hacer provisiones e, incluso, cancelar el dividendo y a reportar pérdidas de 92 millones de euros en 2014 y de 15 millones de euros más en el primer trimestre de 2015.
El Estado, a través de la SEPI, controla un 20,1 por ciento del capital adquirido a la nacionalizada Bankia en 2013. Entre otros accionistas relevantes destacan Corporación Financiera Alba, con un 10 por ciento, y Telefónica, que compró un 3,162 por ciento con una opción adicional de otro 2,969 por ciento en enero, poco después de que su antiguo gestor, Abril Martorell, se hiciera con el control de la empresa.
Las acciones de Indra reaccionaban a las noticias con subidas superiores al 8 por ciento, frente a un Ibex que progresaba un moderado 0,5 por ciento.
"Esperamos que las acciones reaccionen positivamente a corto plazo, aunque creemos que tras el decepcionante rendimiento operativo del último par de trimestres", dijeron analistas de BESI en un informe diario para clientes.
"Los inversores querrán ver que las primeras señales de ejecución y recuperación de márgenes coinciden con estas expectativas optimistas de la compañía, sobre todo cuando siguen contabilizándose costes relacionados con la pobre ejecución de proyectos", añadieron.