Telecomunicaciones y tecnología

Más bebés pobres acceden a los controles médicos si los padres reciben ayuda extra

Por Lisa Rapaport

(Reuters Health) - Un equipo de Estados Unidos observó quelas parejas de bajos ingresos son más propensas a llevar a susbebés al control de rutina y a aplicarles las vacunas cuando loshospitales las ayudan con los temas de salud y las necesidadesbásicas, como la comida y la vivienda.

Muchos padres, sin importar el nivel de ingresos, tienenproblemas para llevar a sus bebés al pediatra, en especialcuando tienen que salir antes del trabajo u organizar loscuidados de otros hijos. Pero la pobreza potencia esosobstáculos.

Un equipo de Boston organizó entrevistas de especialistascon 167 familias de bajos ingresos mientras esperaban paraentrar al consultorio. El objetivo era ofrecerles la asistencianecesaria con la alimentación, la vivienda, el serviciotelefónico u otros servicios. En seis meses, la vacunación y loscontroles pediátricos mejoraron más en esas familiar que en lasque no recibieron la asistencia.

"Las familias de bajos ingresos, como todas, tienen susprioridades", indicó el autor principal, doctor Robert Sege,vicepresidente de la organización Health Resources in Action,Boston. "La relación con, y la asistencia extra de, unespecialista en asistencia familiar ayuda a aprovechar mejor lasconsultas de atención primaria".

El equipo de Sege se concentró en un grupo de bebés reciénnacidos, que estudió durante los seis primeros meses de vida.Comparó los resultados con los bebés de 163 familias que norecibieron asistencia extra (grupo control).

Al inicio del estudio, la mitad de las parejas tenía 29 añoso menos. Dos tercios tenían un ingreso anual de 30.000 dólares omenos, incluido el 36 por ciento que ganaba 10.000 dólares omenos por año. El 59 por ciento no tenía empleo.

La mayoría había tenido por lo menos un problema grave dedinero el año previo, como no poder comprar comida, pagar elalquiler o servicios básicos o que les cortaran algunaprestación o servicio por falta de pago.

A los seis meses, las familias que habían recibidoasistencia extra en los hospitales lograron superarsignificativamente aquellos problemas de acceso a los servicios,la comida o la vivienda. Y cuando los bebés cumplieron ochomeses, el 89 por ciento de esas familias tenía el calendario devacunación infantil al día, comparado con el 78 por ciento delas familias del grupo control.

En Pediatrics, el equipo publica que el estudio no se diseñópara estimar los costos de la asistencia extra como un programade rutina. Pero dado que las familias aprovechan el tiempo enlos hospitales, los costos de la intervención seguramente seránmás bajos que los de los programas con consultas a domicilioprogramadas.

Además, los autores aclaran que el estudio se hizo en unsolo hospital y la diferencia entre los resultados de los dosgrupos de familias se achicó en los meses en que las familiasdejaron de recibir asistencia.

Aun así, Mary Hamman, economista de University of Wisconsin,La Crosse, consideró que los resultados describen variasbarreras económicas y logísticas de acceso a la atencióninfantil que enfrentan las familias de bajos ingresos y aportauna solución para que los padres puedan consultar al pediatraindependientemente de esos obstáculos.

FUENTE: Pediatrics, online 1 de junio del 2015.

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