
Las grandes compañías de telecomunicaciones aplaudieron ayer el empeño de la Comisión Europea para crear un Mercado Único Digital en el continente, pero al mismo tiempo exigieron actuaciones rápidas y efectivas. "No hay tiempo que perder, porque ya vamos tarde respecto a EEUU, y tanto consenso político no puede quedar solo en palabras bienintencionadas, sino que las medidas deben materializarse en actuaciones concretas", coinciden los representantes de las telecos consultados.
Por lo pronto, los operadores europeos reclaman al Ejecutivo comunitario un marco competitivo más justo. Así, solicitan para ellos un trato similar al que las autoridades, reguladores y gobiernos dispensan a Google y a otros gigantes online -en cuanto a derechos y deberes-, con una revisión de las asimetrías regulatorias.
Frente al esfuerzo inversor de las telecos tradicionales, con la creación de riqueza y puestos de trabajo y pago de impuestos, se encuentran los proveedores online que se aprovechan de las infraestructuras ajenas sin apenas invertir, tributar ni generar empleo. Frente a todo lo anterior, el proyecto de Mercado Único Digital incide en 16 grandes iniciativas que pretenden acabar con las barreras nacionales que impiden a los consumidores el acceso a determinados servicios online.
Las grandes plataformas de Internet (como Google, Facebook, Twitter o Whatsapp, entre otros) se encuentran en el punto de mira de la CE, ahora comprometida en asuntos de transparencia, precios, vigilancia de los datos personales y los presuntos abusos de posición en el mercado.
La CE también confía en eliminar las barreras que dificultan el comercio electrónico entre los países europeos, no sólo de productos y servicios convencionales sino también de contenidos digitales. El ejecutivo comunitario también reconoce que los precios de los envíos de paquetes son demasiado caros en comparación con los de otros mercados, lo que supone un freno para el desarrollo del comercio electrónico continental. Además, la CE regulará para que todos los ciudadanos europeos paguen lo mismo por idénticos bienes digitales, sin diferencias por criterios geográficos.
