NUEVA YORK (Reuters) - Cuando se trata de Internet, los niños de David Simon pueden mirar pero no comprar.
"No tienen permitido comprar en Internet o si no no les pagaré el alquiler de la habitación o la pensión", bromeó el consejero delegado y presidente de Simon Property Group, el principal propietario estadounidense de centros comerciales y centros outlet en el foro de inversores National Association of Real Estate Investment Trusts en junio.
Aunque sus hijos y su generación siguen yendo a los centros comerciales, Simon está preocupado por los hábitos que pueden tener sus nietos.
Si las ventas online continúan creciendo y llevándose un trozo cada vez más grande de la tarta del gasto de los consumidores en Estados Unidos, el futuro no parece muy bueno para algunos centros comerciales. Sin embargo, en un giro extraño, parece más brillante para otros.
El pistoletazo de salida a la temporada de compras navideñas de la semana pasada lo dice todo.
Por primera vez, las ventas online podrían suponer más de un 10 por ciento en las ventas navideñas de este año, según Scot Wingo, consejero delegado de ChannelAdvisor, que ayuda a los comerciantes a vender más en páginas web, incluyendo Amazon.com y eBay.com.
Las ventas online en el Ciberlunes subieron un 30,3 por ciento, según International Business Machines Corp, que analiza las transacciones de más de 500 minoristas estadounidenses. Incluso son más amenazantes las ventas de minoristas que sólo venden en Internet.
Durante el período de cinco días comprendido entre el Día de Acción de Gracias y el Ciberlunes, las ventas en eBay.com aumentaron un 38,3 por ciento comparado con los mismos días en 2011, según ChannelAdvisor. Las ventas de Amazon.com subieron un 37,7 por ciento.
Mientras tanto, centros comerciales y centros de poder subieron este año un 8,2 por ciento entre el jueves y el domingo y sus ventas se incrementaron un 2,7 por ciento. Aunque las ventas en las tiendas siguen representando la mayor parte de los dólares comerciales, las ventas online crecen a un ritmo galopante.
Sin embargo, muchas de las ventas online proceden de tiendas tradicionales, como Macy, Gap, Costco y Target. Han adoptado Internet como un nuevo canal de ventas, que beneficia a sus tiendas. Una gran parte de los rendimientos de las ventas online se produce en la tienda, dando a los compradores la posibilidad de evitar gastos de envío, a los propietarios de las tiendas una oportunidad de hacer otra venta y un tráfico de clientes adicional en el centro comercial. Sucede lo mismo con los clientes que compran algo en Internet y lo recogen en la tienda.
"Seríamos muy reacios a negociar con un minorista que no tuviera una estrategia multicanal que no incluyera Internet", dijo Daniel Hurwitz, consejero delegado del gran centro comercial DDR.
Las compras online suponen la mayor amenaza para los centros de poder, donde se sitúan tiendas como Best Buy y comerciantes de papelería que venden productos básicos. Estos minoristas han empezado a hacer coincidir sus precios en Internet pero el éxito de la estrategia está aún por verse.
Muchas empresas situadas en centros comerciales, como Simon y Westfield Group también han adoptado aplicaciones tecnológicas para teléfonos móviles y códigos QR que envían mensajes e información a los compradores dirigiéndoles a las ventas, acontecimientos y ofertas en los centros comerciales.
Aunque la nueva competencia ampliará la brecha entre los centros comerciales más fuertes y los más débiles, probablemente acelerará la desaparición de los centros comerciales más débiles ya que serán menos atractivos para minoristas, compradores e inversores.
/Por Ilaina Jonas/
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