
La tecnología de los vehículos autónomos y eléctricos ha mejorado mucho en los últimos años. Principalmente, gracias a las inversiones de los fabricantes de automóviles, de equipos originales y de empresas tecnológicas, sumado a las nuevas políticas de transporte y movilidad que han fomentado el proceso.
La seguridad es otra de las causas de este rápido avance, ya que, según Global X Funds, proveedor del fondo de inversión cotizado referente en la materia, los vehículos autónomos pueden reducir los fallecimientos en carretera en un 94%. Dados los últimos avances en inteligencia artificial y machine learning, cuantos más kilómetros recorran estos vehículos, mayor será la seguridad con la que operen.
Es cierto que el camino del sector hacia la plena autonomía y la aceptación masiva de los consumidores sigue siendo una propuesta a largo plazo. Sin embargo, ya están surgiendo los primeros casos de uso comercial con implicaciones de inversión y los fabricantes siguen mostrando su fuerte compromiso con el mercado de los vehículos autónomos y eléctricos.
Potencial de crecimiento
El sector tiene un gran potencial para seguir creciendo durante los próximos años. Pero, mientras que las patentes globales de vehículos eléctricos crecieron más de 40% en 2020, las ventas de estos fueron menos de 5% del total de vehículos nuevos vendidos, según el informe Electric Vehicles: A Primer on Technology and Selected Policy Issues, Congressional Research Service (2020). Lo que pone de manifiesto el enorme margen del sector para la incorporación de estas tecnologías. De hecho, con los fabricantes de equipos originales y las empresas de la cadena de suministro de vehículos eléctricos invirtiendo en tecnología de conducción autónoma, se espera que los vehículos eléctricos sigan mejorando su seguridad y estén preparados para circular durante los próximos años.
Una muestra de ello, es la fuerte inversión de los principales fabricantes, General Motors invertirá 27.000 millones de dólares en estas tecnologías hasta 2025. Ford realizará una inversión de 29.000 millones, 7.000 de ellos destinado a la conducción autónoma y anunció que planea fabricar dos millones de vehículos eléctricos al año para el año 2026, a través de su división Ford Model e. Audi, por su parte, comunicó que tiene planes de invertir cerca de 16.000 millones de dólares en este tipo de tecnología para 2023. En efecto, la mayoría de ellos tienen previsto lanzar vehículos comerciales totalmente autónomos para 2025.
En esta línea, el Global X Autonomous & Electric Vehicles UCITS ETF (DRVE) se posiciona como el fondo cotizado de referencia en un mercado con un alto potencial de crecimiento. Sus inversiones se centran en empresas involucradas en el desarrollo de tecnología de vehículos autónomos y eléctricos, y componentes y materiales para su fabricación.
Una de las oportunidades de crecimiento más inmediatas para la industria del vehículo autónomo son los robotaxis, ya que son un punto de entrada fácil y de bajo coste para los inversores. El mercado total de taxis autónomos podría alcanzar un negocio total de 160.000 millones de dólares para el año 2030, según la publicación Who will win the lucrative autonomous vehicles (robotaxis) race?, elaborada por Bohlsen M. (2020). Y destaca que un solo de estos vehículos podría generar entre 30.000 y 85.000 dólares al año.
El mercado del robotaxi presenta una excelente oportunidad de inversión. eE
De hecho, ya están surgiendo los primeros casos de inversiones empresariales para su uso comercial. Por ejemplo, Waymo, el proyecto de vehículo autónomo de Alphabet, y Baidu, el gigante tecnológico chino, ya han lanzado sus robotaxis, mientras que Cruise, la compañía de vehículos autónomos de General Motors, tiene previsto su lanzamiento para finales de este año y la coreana Hyundai estima que su modelo saldrá a lo largo del próximo ejercicio.
Inversión con políticas sostenibles
Los vehículos eléctricos producen cero emisiones directas, lo que significa una reducción considerable en la emisión de gases de efecto invernadero en comparación con los motores de combustión tradicionales. Además, los avances en la conducción autónoma también mejorarán la seguridad vial. Por lo tanto, la inversión en este sector puede abordarse desde un enfoque sostenible, sin ninguna duda.
La transformación del parque de vehículos hacia la electrificación de cero emisiones es una de las principales vías para conseguir una reducción considerable en las emisiones del sector del transporte. Para 2030, la industria prevé que los vehículos eléctricos alcancen una tasa de penetración del 36%, lo que representa una oportunidad de 1,4 billones de dólares. Un aspecto que destaca el Global X Autonomous & Electric Vehicles UCITS ETF (DRVE), que realiza un enfoque global sin restricciones y realiza inversiones con exposición global, en múltiples mercados, sectores e industrial involucrados en el desarrollo de estas tecnologías.
Por otro lado, es necesario un esfuerzo de las administraciones, en el ámbito de las infraestructuras, para que la implantación de estas tecnologías sea generalizada entre la población. Por ejemplo, en Europa hay más de 150.000 estaciones públicas de recarga de vehículos eléctricos y tienen previsto construir dos millones más para 2030.
La cuota de mercado de los vehículos eléctricos no deja de crecer en todo el mundo. El sector de actuación del fondo Global X Autonomous & Electric Vehicles UCITS ETF (DRVE) se trata de unos de los de mayor crecimiento en la industria del automóvil. En concreto, se vendieron 6,5 millones de vehículos eléctricos en 2021. Un dato que representa algo menos del 9% de las ventas totales de automóviles, pero que, si lo comparamos con el año anterior, supuso un aumento significativo respecto a los 3,3 millones de vehículos eléctricos vendidos en 2020 y los 2,3 millones vendidos en 2019. Cifras que demuestran el rápido crecimiento que está viviendo el sector y las numerosas oportunidades de inversión que ofrece.
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