
Aena ha comenzado a probar esta mañana el embarque de pasajeros a través del reconocimiento facial en el Aeropuerto de Menorca. El proyecto piloto está enfocado a que los pasajeros cuenten con "una experiencia más ágil", explica la empresa.
Dormakaba y everis ADS son las empresas con las que se ha aliado Aena para desarrollar el proyecto que lleva el primer sistema de identificación biométrica para autoembarque en un aeropuerto español.
Los primeros en probarlo, de forma voluntaria, serán algunos de los pasajeros de la compañía Air Europa que viajen desde dicho aeropuerto. La prueba utiliza los datos faciales para automatizar el proceso de facturación del pasajero, de su acceso a la zona de embarque y subir al avión utilizando exclusivamente sus rostros.
Los equipos de sistemas biométricos se han ubicado junto a los mostradores de facturación, en el acceso al filtro de seguridad y en la puerta de embarque. Ahí se validarán los datos biométricos del pasajero, sus rasgos faciales y documentación, con el objetivo de que los viajeros puedan embarcar en el vuelo sin necesidad de mostrar ni la tarjeta de embarque ni su documentación de identificación transformando su experiencia en los aeropuertos y agilizando el acceso a su vuelo.
Dormakaba y everis ADS han explicado que un aspecto clave en el sistema es la alta confiabilidad del citado proceso de enrolamiento, que incluye tecnologías como la verificación de documentos mediante la aplicación de tres luces (visible, infrarroja y ultravioleta) o la incorporación de reconocimiento facial con detección de prueba de vida, lo que impide el uso de fotografías, vídeos o máscaras (sistema anti-spoofing). Tras el registro del usuario, la información se envía al gestor de identidades biométricas de Aena por un canal cifrado.
Posteriormente, cuando el viajero se acerque al primer filtro de seguridad que limita el acceso a la zona de embarque, se tomarán varias imágenes que se contrastarán con el gestor de identidades. Conforme se produce la identificación, las puertas se abrirán una vez verificada la validez y supervisando el paso de un único pasajero, sin que el usuario precise utilizar una tarjeta de la aerolínea.
Algo similar ocurrirá en la puerta de embarque, en la que no será necesario presentar ningún tipo de documentación. Una vez se comprueba la información biométrica, el sistema recuperará de forma automática la tarjeta de embarque y la enviará a la puerta, permitiendo la entrada en el avión.