
Primero fue Internet Explorer y el próximo navegador de Microsoft que desaparecerá será Edge, su software incluido en Windows 10. Según ha revelado Windows Central, la compañía está trabajando en un sustituto de Edge que estaría basado en Chromium, el proyecto de código abierto impulsado por Google y en el que se basan Chrome, Opera y Brave.
Aunque fue lanzado hace tres años, Edge no ha conseguido conquistar al usuario con sus opciones de personalización, diseño claro y extensiones. Según los últimos datos de Net Market Share, el navegador de Microsoft es el cuarto más usado del mercado con una cuota del 4,34% por debajo de Chrome, Internet Explorer y Firefox con un uso del 63,60%, 11,19% y 10%, respectivamente.
El medio revela que la compañía está trabajando en un nuevo navegador bajo el nombre en código Anaheim, y que sustituirá por completo a Edge como el navegador predeterminado en Windows 10.
De momento se desconoce si el nuevo navegador tendrá una nueva nomenclatura o si llegará a través de una actualización de Edge con un profundo rediseño. En cualquier caso, se espera que la separación entre el antiguo Edge y el nuevo navegador sea los suficientemente clara como para que los usuarios sean conscientes del salto a Chromium.