
Universitarios que se caen por azoteas vestidos de Spiderman, adolescentes arrollados por trenes en India, turistas aplastados por elefantes o despeñados por la escalinata del Taj Majal... Todos ellos comparten un detalle: se estaban haciendo un selfie en el momento en que sufrieron su accidente mortal. El despiste, la obsesión con sacarse la foto perfecta y, sobre todo, tomar demasiados riesgos para obtener un mayor impacto en las redes sociales con la imagen colgada son las causas directas de estas muertes.
El fenómeno no ha hecho más que crecer en los últimos años y, sarcásticamente, hay quien se refiere a muertes por 'selección natural'. Sin embargo, el aumento de los incidentes mortales debido a la afición de autofotografiarse con el móvil se ha convertido en una preocupación seria para las autoridades de los países más afectados, como India. Si en 2014 se tuvo conocimiento de 13 historias fatales relacionadas con las autofotos, en 2015 la cifra se disparó hasta el medio centenar; y en 2017 ya se contaban 93.
Investigadores indios del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y del Instituto de Tecnología de Kanpur han analizado los pormenores de estas tragedias que se replican a nivel mundial y han concluido instando a las administraciones de los países a crear 'zonas sin selfies', especialmente en lugares turísticos como picos montañosos, cascadas y rascacielos. ¿El objetivo? Forzar una reducción del número de muertes por autofotos.
En el estudio 'Selfies: boon or bane?' los científicos han puesto la lupa sobre los incidentes de este tipo que acabaron con víctimas mortales. Entre octubre de 2011 y noviembre de 2017, se han producido 259 muertes en 137 incidentes. Los propios autores del estudio reconocen que muchos casos han quedado fuera de su análisis, ya que sólo estudiaron aquellas historias publicadas en lengua inglesa. Su trabajo ha revelado que India es el país con mayor número de muertes por selfie registradas, copando el 50% del total. Le siguen Rusia, EEUU -con el mayor número de incidentes relacionados con fotografías con armas- y Pakistán. La investigación dibuja el perfil general de la víctima por uno de estos accidentes: se trata de un hombre joven, de casi 23 años.
Riesgo, edad y género
El 72,5% de los accidentes mortales causados por hacer click sobre la pantalla del teléfono son protagonizados por hombres, y sólo en un 27, 5% de los casos, las víctimas son mujeres. Curiosamente, son ellas las que más selfies suelen tomarse, en comparación con ellos. Sin embargo, la mayor disposición del género masculino a fotografiarse en situaciones de riesgo explica que el dato de las tragedias se voltee en relación al sexo.
La edad es otro de los factores clave: el 50% de los incidentes atañen a población de entre 20 y 29 años, y un 36% implica al grupo de los 10 a los 19. Es decir, el 86% de las muertes por selfie le ocurren a personas de los 10 a los 29 años. El factor de la juventud se argumenta debido a que a esta edad resulta más atractivo exponerse a riesgos físicos. Asimismo, este dato explica que India sea el país con mayor número de accidentes de este tipo: también ostenta la mayor proporción de población joven.
Entre los años 2014 y 2016, 76 personas murieron en India mientras posaban para hacerse una autofoto, dato que convirtió al país asiático en el más mortífero en este sentido, según un estudio de la universidad estadounidense Carnegie Mellon y el instituto Indraprasth de Tecnología de la Información en Nueva Delhi. "Este fenómeno es tan desastroso que, durante el año 2015, hubo más muertos por 'selfies' que por ataques de tiburones en todo el mundo", comentaron los investigadores.
Ahogamientos, atropellos y caídas
Las causas directas más comunes de muertes provocadas por las autofotos las componen el ahogamiento, el accidente viario y las caídas. En la primera categoría, se han recogido muchos fallecimientos por olas violentas que sorprenden a los 'fotógrafos', o por usuarios que se retrataron en el litoral sin saber nadar. En el caso de los accidentes relacionados con los medios de transporte, la mayoría ocurren por hacer selfies ante el paso de un tren. Las caídas suceden tanto desde desfiladeros, picos de montaña, edificios de gran altura o monumentos históricos.
Los investigadores señalan que la población joven está especialmente predispuesta a tomarse imágenes espectaculares con el fin de lograr mayor aceptación y 'me gustas' en sus redes sociales, para lo que aprovechan enclaves icónicos o puntos de atractivo turístico; y recogen algunas iniciativas en este tipo de áreas para el control de los selfies. En Bombay ya se han declarado algunos puntos como 'zonas sin selfies', donde está prohibido el autorretrato con el teléfono. En Indonesia se trabaja en la idea de crear puntos de 'selfie seguro' para que los turistas no acaben sin vida.
El estudio concluye que se debe seguir explorando esta línea para evitar las muertes, y sus autores aconsejan que se multipliquen las áreas en las que este tipo de foto esté prohibida, especialmente, en lugares turísticos o propensos a los accidentes de esta clase. "Las selfies no son dañinas en sí mismas, pero el comportamiento humano que las acompaña es peligroso", sentencian los científicos responsables de la investigación.