Los representantes de la industria tecnológica y de las principales asociaciones de usuarios se han puesto de acuerdo para rechazar el denominado canon digital, en vigor desde el pasado verano. Esta tasa, destinada a compensar a los autores por el impacto de las copias privadas, viene a encarecer decenas de productos con capacidad de almacenamiento de contenidos.
A modo de ejemplo, un CD virgen soporta un gravamen de 21 céntimos, un smartphone de 1,1 euros, las memorias USB con 24 céntimos y una tableta de 3,15 euros. Asimismo, las impresoras y equipos multifuncionales (fotocopia, impresión y escáner) sufren las mayores cargas, cifradas en 5,25 euros en el caso de los aparatos de inyección de tinta o láser, mientras que los monofuncionales con capacidad de copia, impresión o escaneado de hasta 39 copias por minuto, cuestan 4,50 euros por unidad.
Este canon digital lo abonan los fabricantes de dispositivos, si bien la práctica totalidad del importe se repercute a los clientes a través del precio final de los aparatos. Según explican fuentes del sector a este periódico, la compensación por copia privada viene a ser diez veces mayor que el importa que podría considerarse justo.
El último movimiento de rechazo al canon digital lo ha protagonizado la Asociación de Internautas (AI) y la Asociación de Usuarios de Internet (AUI). Los presidentes de ambas entidades presentaron la semana pasada una petición dirigida al Ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, para que se interrumpa el cobro y la aplicación del canon digital.
El motivo esgrimido para dicho cese se debe a la ausencia de "un estudio de impacto del daño que se quiere compensar ya que este no se ajusta a los procedimientos establecidos y por estar muy por encima de los importes reconocidos por el propio Ministerio de Cultura en los estudios ya realizados anteriormente", según se apunta en el referido documento. Las mismas fuentes apuntan que en el procedimiento puesto en marcha no ha contado con el requisito básico que marca la jurisprudencia de realizar un estudio de impacto que sea "público, neutral y transparente".
Propuesta de una mesa de debate
Además, la carta elevada por las asociaciones de internautas a Cultura propone la creación urgente de "una mesa de debate sobre el futuro de la propiedad intelectual en un Espacio Digital único Europeo en el que estén todas las asociaciones y colectivos involucrados incluyendo a los ciudadanos y a las industrias tecnológicas".
Según los representantes de los internautas, "tanto en los estudios de impacto de la copia privada realizados por el Ministerio en los años 2012 a 2015 así como en los estudios elaborados por asociaciones empresariales en 2017 a este respecto, las cantidades del impacto causado son muy inferiores a las importes que se va a recaudar con las tarifas impuestas por el Ministerio para los soportes sujetos al nuevo canon", apuntaron.
El documento firmado por el presidente de la AI, Víctor Domingo, y el de AUI, Miguel Pérez Subías, deja claro el respeto total por la "propiedad privada, y por los derechos de los autores de contenidos cualquiera que sea su origen y su máxima disposición a mejorar la colaboración con las autoridades para la resolución de las actividades delictivas que se puedan producir en torno al mal uso de las tecnologías de la información (TIC).
