El Mobile World Congress (MWC) se queda en Barcelona. Al menos en 2019. A pesar de los temores de los últimos meses, la mayor feria tecnológica del mundo no hará las maletas tras confirmar que seguirá en el recinto ferial de Gran Vía de L'Hospitalet. Las fechas son las esperadas, entre el 25 y el 28 de febrero, por lo que las empresas participantes ya pueden reservar sus hoteles, restaurantes y espacios expositivos con un año de antelación, como viene siendo habitual con el MWC.
La decisión que hoy ha compartido la organización del evento, la GSMA, estaba tomada desde hace poco más de un mes. En concreto, el acuerdo entre los organizadores y los anfitriones se rubricó el pasado el pasado 1 de febrero en una sala noble del Ayuntamiento de Barcelona, minutos antes de la celebración del acto de apoyo de la ciudad a la GSMA bajo el título Always Conected. Varias decenas de directivos del sector de las telecomunicaciones fueron testigos de la sintonía que entonces se evidenció entre Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y John Hoffman, consejero delegado de la GSMA. Ambos lucieron sonrisas sin imposturas, conocedores de que el futuro inmediato no contemplaba mudanzas.
De lo anterior se desprende que París, Munich, Milán o Dubai deberán seguir trabajando sus candidaturas con vistas a futuras oportunidades. Pese a que la GSMA y Barcelona mantienen un compromiso hasta 2023, este contrato marco se revisa año a año. Y eso fue lo que sucedió ayer.
El conflicto se disipa
Al margen de las dudas que ha podido surgir en los organizadores por el clima de inestabilidad política de la comunidad catalana, los conflictos soberanistas y la crisis institucional han importado muy poco a los congresistas extranjeros. Todos ellos trabajaron esta semana con absoluta normalidad y convirtieron el recinto ferial barcelonés en lo más parecido a una burbuja donde hacer negocios, ampliar los contactos y vigilar a los rivales.
"Hemos celebrado otro MWC muy exitoso, en muchos frentes ", valoró ayer John Hoffman, consejero delegado de la GSMA a través de un comunicado. "Estamos muy satisfechos con el número de asistentes de alto nivel, particularmente el número de consejeros delegados y directores generales, así como con la continua y fuerte asistencia de representantes de los gobiernos y reguladores. Sin embargo, la GSMA no se enfoca únicamente en ofrecer el evento más grande posible, sino que nos esforzamos continuamente por reunir al público adecuado y ofrecer una experiencia de alta calidad en todos los aspectos, incluida la conferencia, la exposición y muchos otros programas y eventos que alberga el Mobile World Congress", explicó.
Según informa la GSMA, la edición del MWC que ayer se clausuró reunió a poco más de 107.000 visitantes procedentes de 205 países y territorios, lo que consolidó la feria tecnológica catalana como el evento más importante de la industria de las telecomunicaciones del mundo.
La organización indicó que más del 55% de los asistentes al MWC de este año correspondían con puestos directivos, de los que 7.700 de ellos eran primeros ejecutivos, frente a los más de 6.100 altos ejecutivos de la edición anterior. Además, la participación femenina se amplió en un punto porcentual, para ahora representar el 24% del total de los visitantes. No obstante, la presencia de las mujeres entre los ponentes y panelistas se incrementó en dos puntos porcentuales.
De acuerdo con los datos de los organizadores, más de 2.400 empresas exhibieron productos y servicios de última generación en 120.000 metros cuadrados netos de exposición de Fira Gran Via, frente a más de 2.300 empresas en 2017.
Según las mismas fuentes, el impacto económico del MWC rondó los 471 millones de euros, con una generación de empleo de más de 13.000 puestos de trabajo a tiempo parcial.Han sido muchas y muy relevantes las muestras de apoyo recibidas por Barcelona para que siguiera albergando la feria tecnológica. Así, en la jornada inaugural coincidieron los primeros ejecutivos de Telefónica y Vodafone en la promoción de la capital catalana como el mejor sitio posible para el MWC.
Por su parte José María Álvarez-Pallete, recalcó que "Barcelona ofrece todos los ingredientes para continuar siendo la capital del MWC". Según explicó el primer ejecutivo de Telefónica, "Barcelona se ha convertido en una ciudad moderna e innovadora y en una referencia de la tecnología y las telecomunicaciones, incluyendo los pilotos de 5G", dijo. En su intervención ante la industria de telecomunicaciones, Álvarez-Pallete también recordó que Barcelona "atesora arte, cultura, innovación y gastronomía, y cuenta con las mejoras infraestructuras, buen clima y talento".
Por su parte, Vittorio Colao, consejero delegado del Grupo Vodafone, mostró su apoyo incondicional a a Barcelona, una ciudad a la que adora, según reconoció. El mismo directivo explicó "que la identificación de la feria con Barcelona es absoluta, por lo que no se puede entender una sin la otra y es difícil desligarlas".
Así, añadió que Barcelona "ofrece una organización asombrosa, por lo que no considero la necesidad de movernos de esta ciudad". En el mismo acto, y en relación a la situación política que afecta a Cataluña, Colao eludió pronunciarse sobre asuntos locales y culturales, tras reiterar que "Barcelona y el MWC seguirán juntos". En la misma intervención argumentó que los "sucesos políticos que han ocurrido en los últimos tres o cuatro días en Cataluña no tienen que afectar de ninguna manera a la organización del MWC".