
La ubicación de los emplazamientos militares de las bases de EEUU siempre han tratado de quedar al margen de los servicios de localización online. En plataformas como Google Maps o los Mapas de Apple los emplazamientos militares siempre quedan al margen de otra información. Sin embargo, ahora los datos de una aplicación de seguimiento de actividad física ha revelado al detalle la situación de estos edificios confidenciales.
Con el ánimo de conectar a los corredores y ciclistas para ofrecer mejores rutas en diferentes ubicaciones, la app Strava permite navegar en un mapa potenciado por las rutas de sus usuarios. De este modo, cualquiera puede tener acceso a los caminos recorridos por sus usuarios de forma anónima.
En estos mapas públicos no hay ningún tipo de filtro -más allá de anonimizar a sus usuarios- con lo que en el momento que el usuario comparta su ubicación con la app, ésta la recoge y posteriormente traza un mapa cruzando todos los datos recogidos.
El problema llega cuando los militares de EEUU también usan esta aplicación y no se ha establecido ningún tipo de diferenciación con ellos, con lo que se puede tener al detalle no sólo la ubicación de las bases militares, sino la propia arquitectura de ellas, según explica The Guardian.
En ubicaciones como Afganistán, Yibuti o Siria, los usuarios de Strava parecen ser casi exclusivamente personal militar extranjero, lo que significa que las bases quedan perfectamente destacadas en el mapa, detalla el medio, con lo que el contraste en el mapa hace muy fácil urdir una estrategia contra ellas. Es más, en las bases más grandes se puede ver con detalle, las rutas de jogging de gran cantidad de soldados y la distribución de barracones.
Sin embargo, más allá de la revelación de mapas, el problema de la información revelada por la app es que Strava Labs cuenta con el suficiente detalle como para proporcionar información extremadamente confidencial sobre un subconjunto de usuarios de Strava: el propio personal militar en servicio activo.