
La Fiscalía de Francia ha abierto una investigación preliminar contra Apple por presunta obsolescencia programada de sus teléfonos iPhone, a los que la compañía merma su rendimiento en función de la antiguedad y estado de la batería, según informaron ayer fuentes judiciales.
La pesquisa, que ha sido abierta después de que una organización de consumidores presentara una denuncia, estará dirigida por la Dirección General de Competencia, Asuntos del Consumidor y Control del Fraude (DGCCRF, por sus siglas en francés), que forma parte del Ministerio de Economía.
Apple reconoció el mes pasado haber tomado una serie de medidas en sus teléfonos más antiguos para estirar la batería de los mismos, entre ellas se encuentra la reducción de la velocidad de los procesadores. El gigante de Cupertino explicaba que así se evitaba que los aparatos se apagaran repetinamente y se dañaran el resto de componentes.
La investigación de la Justicia francesa podría llevar meses dependiendo de los hallazgos que se registren. Una vez terminada, el caso podría darse por terminado o pasar a manos de un juez para una pesquisa en mayor profundidad.
Bajo la legislación gala, las compañías pueden pagar multas de hasta un 5% sus beneficios anuales si acortan la vida útil de sus productos deliberadamente.
Apple ya se enfrenta a varias denuncias de este tipo en Estados Unidos por haber timado a los usuarios de iPhone por ralentizar los dispositivos sin realizar ningún tipo de advertencia previa.
Apple pidió perdón y rebaja las baterías
A los pocos días de reconocer que estaba realizando ese proceso de ralentización de los procesadores para conservar la batería y otros componentes, Apple pidió perdón de forma pública a través de un comunicado. En él pidió "disculpas" a sus clientes, tras haber "decepcionado" a "algunos" de ellos por la forma en que ha gestionado el rendimiento de los iPhone con baterías antiguas y la manera en que había comunicado el proceso.
Esta ralentización llegó a través de la actualización de su sistema operativo iOS 10.2.1 y afectaría a los teléfonos iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus y SE. En el comunicado, hablaba que "en algunos casos" es posible que las aplicaciones "tarden más en abrirse y el rendimiento disminuya".
Para tratar de resolver el revuelo que había causado su medida, la compañía anunció una rebaja en el precio del cambio oficial de baterías en sus tiendas oficiales hasta los 29 euros, lo que supone 60 euros menos que su tarifa habitual.
La nueva tarifa ya está disponible en todo el mundo y se extenderá hasta final de año. Para hacerla efectiva bastará con solicitar una cita para el cambio a través de la página de soporte de la propia web de Apple.