Tecnología

Razer Blade Stealth: fusión de trabajo y videojuegos en un único ultrabook

Razer, la compañía especializada en periféricos para gamers, ha crecido en los últimos meses lanzando al mercado portátiles que conservan el estilo y el planteamiento de los productos de la empresa. Uno de los ejemplos más claros de este concepto a la hora de crear equipos es el Blade Stealth, un ultrabook que combina potencia y ligereza pensando en ser una herramienta perfecta tanto a la hora de trabajar como de jugar.

El Razer Blade Stealth mide 13,1 centímetros y pesar 1,25 kgs, está fabricado en aluminio con un moldeado especial que le dan una terminación elegante y hace que sea muy cómodo su uso y transporte, sin embargo, los motivos para su compra están en el interior.

Las credenciales del Blade Stealth son claras y apuntan alto: monta un procesador Intel Core i7 de séptima generación, 16 GB de RAM un disco duro de hasta 1 TB SSD y una pantalla táctil de 12,5 pulgadas a resolución 4K. Tenemos un equipo potente que quiere sacar lustre al contenido en una de las mejores pantallas que se pueden encontrar en su categoría con una resolución 3.840x2.160 píxeles y ángulo de visión de 170 grados.

Aunque por su condición de táctil la pantalla presenta unos marcos excesivamente grandes, la posibilidad de permitir tocar el panel se proporciona al usuario otra forma de relacionarse con algunas aplicaciones que hace que sea un acierto la incorporación de este tipo de tecnología.

El conocimiento de la compañía en periféricos hace que sea consciente de cómo se ha de implementar un teclado y un trackpad en un portátil de forma óptima. Las teclas cuentan con un cuidado diseño y pese a su delgadez tenemos unos de los teclados más precisos de la categoría. Además, como valor añadido, la compañía ha incorporado su tecnología Razer Chroma, permitiendo personalizar hasta el más mínimo detalle del retroiluminado de las teclas.

Puro músculo

El Blade Stealth está pensado para correr software exigente con soltura, ya sean herramientas de editado o juegos. La experiencia en ambos casos demuestra que el equipo se defiende bien ante altas peticiones y su batería mantiene el tipo. La duración de la misma, con un uso normal ronda las 7 horas, aunque con una exigencia mayor baja a unas 5 horas.

Eso sí, si la idea del usuario es establecerlo mayoritariamente en escritorio y necesita más potencia las posibilidades del equipo se disparan al poder conectarse a Razer Core, una carcasa gráfica externa, conectada a través de un cable Thunderbolt 3 a 40 Gbps que sirve como fuente eléctrica y cable de datos. Ésta permite introducir cualquier tarjeta gráfica de AMD o NVIDIA y dispara la potencia del portátil.

Más allá del Thunderbolt, en el lado izquierdo encontramos un puerto USB C, la conexión para auriculares, mientras que en el lado derecho cuenta con otro puerto USB C y una salida para HDMI. Como sucede en la mayoría de nuevos ultrabooks, carece de salida ethernet por cable, eso sí, su conexión WiFi dual band es capaz de llegar al giga por segundo.

Perfecto para quien quiera todo

En suma, el Razer Blade Stealth es un dispositivo potente y versátil capaz de responder a todas las exigencias del usuario, al tiempo que aporta una serie de características extra que no se pueden encontrar en otros rivales del mercado como la personalización Razer Chroma, la conexión a Razer Core e incluso la integración con el sistema de editado de sonido de FL Studio 12.

Como principal hándicap, el portátil no está a la venta en España por lo que si se está interesado en él habrá que pedirlo a distribuidores internacionales y reconfigurar el teclado. Su precio oficial de partida es de 1350 dólares (unos 1.140 euros) para la versión de 512 GB de disco duro y 1750 dólares (1.478 euros) para la versión de 1 TB de disco duro.

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