
Un trabajador de SpaceX, la compañía de Elon Musk dedicada a los viajes espaciales, fue despedido al denunciar a sus superiores que no se estaban siguiendo los protocolos de seguridad en sus lanzamientos y que manipularon los informes, poniendo en peligro a los futuros viajeros. La empresa dice que prescindieron de sus servicios por bajo rendimiento. l Elon Musk concreta su visión de futuro: viajes interplanetarios, grandes camiones eléctricos y energía limpia
El despido de Jason Blasdell, un ingeniero de SpaceX, ha ido a juicio en Los Ángeles en mitad de acusaciones cruzadas entre la empresa y el trabajador. El juicio se abrió ayer con la exposición del abogado del empleado, que defiende que su cliente trasladó su preocupación sobre la seguridad en las pruebas de lanzamiento al fundador y consejero delegado de la compañía Elon Musk, después de que sus superiores hicieran caso omiso. "El utilizó la cadena de mando tal como había aprendido en la Marina", ha indicado en la sesión el abogado defensor, según recoge Bloomberg.
El letrado ha indicado que la compañía manipuló los resultados de las pruebas para presentar informes falsos al Gobierno Federal. Tras denunciarlo, el trabajador fue tachado por la compañía de "insubordinado", ha explicado al juez el abogado del técnico.
Por su parte, la defensa de SpaceX ha argumentado que el despido de Blasdell "no es el caso de un chivato" con el que se toma represarías. Lynne Hermle, abogado de la empresa, dejó claro que la compañía nunca realizó pruebas saltándose los protocolos de seguridad y tampoco hubo constancia de las advertencias del trabajador sobre información manipulada enviada a las autoridades.
Despido por bajo rendimiento
Hermle remarcó que el técnico fue despedido porque su rendimiento en el trabajo se había convertido en inaceptable y estaba poniendo en riesgo la seguridad de sus compañeros de trabajo.
Blasdell demandó SpaceX hace dos años después de que fuera despedido en 2014. Trabajó en la compañía durante más de tres años para el desarrollo y aplicación de los componentes del cohete Falcon 9 y la nave espacial no tripulada Dragon.
La demanda del ingeniero indica que sus superiores aceptaron componentes "extremadamente peligrosos que podían incluir defectos y fallos que podrían provocar graves accidentes de los cohetes en órbita".
La prioridad es la producción
El extrabajador denuncia que la relajación de los estándares de seguridad se produjeron para no afectar al ritmo de producción. También recoge que tuvo un encuentro con Elon Musk en la que le manifestó sus preocupaciones y que el fundador de SpaceX le dijo que lo investigaría.
"Los directivo conocían los problemas, pero no querían solucionarlos", ha dicho durante las preguntas de su abogado. El juez ha rechazo maniobra legal de la compañía de cerrar el caso por difamación del extrabajador. Está previsto que el juicio termine en dos semanas.
SpaceX tiene previsto hasta lanzar 24 misiones durante este año, entre sus clientes se encuentra la NASA y operadores de satélites. Con la administración pública tiene contratos por valor de 4.200 millones de dólares para reabastecer a la Estación Espacial Internacional utilizando una nave espacial no tripulada Dragón.