
Centenares de importantes marcas han comenzado a retirar sus campañas publicitarias de YouTube a causa del uso de la publicidad programática. Un tipo de tecnología que no diferencia el contenido sobre el que se impresionará un anuncio, con lo que muchas marcas han visto como sus productos precedían a vídeos racistas, antisemitas y otra serie de contenido indeseado.
La espantada de anunciantes ha hecho que Google mueva ficha. Después de haber pedido perdón a unos 250 anunciantes que han suspendido su contratación publicitaria, la compañía ha anunciado que se basará en la inteligencia artificial para identificar el contenido objetable.
Según ha adelantado Business Insider, Google lanzará una serie de herramientas basadas en el machine learning con el que se ayudará "hacer a cumplir nuestras políticas revisadas" así como a "identificar el contenido que puede ser objetable para los anunciantes".
Para hacerlo, además de haber desarrollado un sistema basado en la inteligencia artificial que sea capaz de aprender en su propio desarrollo, la compañía habría trabajado con terceros como Ad Science y comScore para determinar la mejor solución para los anunciantes.
En concreto, la idea de Google sería ofrecer a las marcas la posibilidad de establecer y administrar dónde aparecen sus anuncios, así como reducir el tiempo de revisión de vídeos marcados, excluyendo contenido específico y cambiar el nivel de seguridad.
Aunque Philipp Schindler, el jefe de negocios de Google, explicó en una entrevista a ReCode que la relación de las marcas con contenido indeseado afectó sólo "a un número muy muy pequeño" de anuncios, si esta tendencia seguía aumentando entre las marcas, la plataforma de vídeos se enfrentaba a una crisis muy seria en su rentabilidad.