Tecnología

Bill Gates se alinea con la propuesta europea ante la era de los robots y pide que paguen impuestos

  • La eurodiputada Mady Delvaux ha propuesto una tasa similar a las cotizaciones
  • Gates explica que, si el robot reemplaza al humano, debe pagar igual que él
Bill Gates, fundador de Microsoft. Imagen: Reuters.

El temor ante el veloz desarrollo de la inteligencia artificial y la mejora en las funcionalidades de los robots ha ocupado el estudio y la observación de economistas, políticos y expertos en tecnología. ¿Cómo será la vida cuando los robots sustituyan a una buena parte de los trabajadores?

No hablamos de ciencia ficción: un estudio del Foro Económico Mundial augura que se destruirán siete millones de empleos en los 15 países más desarrollados en los próximos cinco años. En España, la OCDE estima que el 12% de los puestos de trabajo son susceptibles de automatizarse. El futuro ya ha llegado y desde algunas instituciones ya se trabaja en los próximos escenarios que crearán los androides dentro de las sociedades desarrolladas.

En este punto ha surgido la propuesta de la eurodiputada de Luxemburgo Mady Delvaux, quien ha presentado un informe teniendo en cuenta desde soluciones económicas hasta las implicaciones éticas y en materia de responsabilidad civil que conllevará la integración masiva de los robots en los puestos de trabajo. Una de las sugerencias más sobresalientes consiste en la imposición de una tasa a estas máquinas, que equivalga a una cotización que nutra la Seguridad Social y garantice el mantenimiento del Estado del bienestar.

Es decir, que las empresas aporten una cotización por robot destinada a pagar nuestras pensiones.

Pese a que algunos economistas no tardaron en tachar esta propuesta de disparate, auténticos visionarios como Bill Gates se han mostrado alineados con el razonamiento de la luxemburguesa. Hace dos días, Gates trató este asunto en una entrevista y apostó sin dubitación alguna por el pago de impuestos por parte de los robots. "Si el robot realiza la misma labor que el trabajador, tiene que pagar los mismos impuestos o más por lo que produce", explicó. El uso de robots sustituyendo a hombres y mujeres en el entramado laboral reducirá costes y aumentará la productividad, lo que favorecerá el crecimiento en beneficios de las empresas. Por tanto, argumenta Gates, un impuesto que grave este nuevo escenario será necesario.


El fundador de Microsoft concibe que las máquinas podrán sustituir a gran parte de los trabajadores en 2030, por lo que este es el momento de aportar ideas y soluciones para enfrentarse al nuevo desafío laboral.

Lejos de todo pesimismo, Gates no cree que el pago de un impuesto por los robots desincentive la innovación tecnológica. En cambio, considera que la automatización de muchos trabajos arduos y de gran coste para la salud dejará a más empleados disponibles para tareas de mayor exigencia de empatía y humanidad, como los cuidados a personas mayores o la educación.

Otro de los grandes cerebros de la innovación tecnológica actual, Elon Musk, director de Tesla y Space X no se ha pronunciado al respecto de la idoneidad de un gravamen para los robots, aunque sí ha apostado por la fusión de los humanos con las máquinas como única solución. Musk argumenta que esta integración entre el pensamiento humano y el digital resultará imprescindible para que los primeros sigan siendo relevantes ante el incuestionable triunfo de la inteligencia artificial en el futuro próximo.

En cualquier caso, estos líderes de la innovación mundial coinciden en que la cuestión no puede esperar mucho más tiempo. Las autoridades políticas y científicas de los países desarrollados tienen que estar preparadas antes de que los robots les saluden, interrogantes, desde el otro lado de la mesa.

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