El fabricante de electrónica surcoreano LG tuvo una pérdida neta de 65 millones de euros (81.500 millones de wones) en el tercer trimestre del ejercicio, frente a los 100 millones de euros (124.800 millones de wones) del año anterior, por la reestructuración de su unidad de telefonía.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) de la empresa, que no ofrece sus resultados financieros acumulados hasta que concluye el año fiscal, fue de 38 millones de euros (47.900 millones de wones) para el periodo julio-septiembre, informó en un comunicado.
Su beneficio operativo fue de unos 227 millones de euros (283.200 millones de wones), lo que supone un 3,67 % interanual menos, y su facturación fue de 10.613 millones de euros (13,22 billones de wones), un 5,73 % inferior que en el mismo trimestre del año anterior.
La caída de ventas de smartphones de alta gama supusieron que la rama de telefonía móvil facturara un 23% interanual menos hasta los unos 2.007 millones de euros (2,5 billones de wones). Esto, unido a los costes de reestructuración de esta división le supusieron una pérdida operativa de unos 350 millones de euros (436.400 millones de wones) para el trimestre.
La empresa quiere aumentar las ventas de su nuevo smartphone LG V20 y de las variantes de sus series K y X, "concentrarse rigurosamente en el desarrollo de su nuevo modelo de bandera del año próximo" y concluir el proceso de reorganización, para devolver al negro a su rama de telefonía, precisó en un comunicado.
La compañía con sede en Seúl tampoco ofreció hoy su previsión de resultados para la totalidad del ejercicio fiscal.
