
El Ejército de Tierra de Estados Unidos, experto en desarrollar robots para tareas ofensivas en operaciones militares, está experimentando con un nuevo tipo de aparato que ayudaría a evacuar a los heridos del campo de batalla y a retirar los cadáveres de los soldados norteamericanos muertos en acción.
La idea busca no tanto salvar la vida de los miembros del Ejército tras resultar heridos, como reducir el número de bajas de los miembros con formación médica, que a menudo tienen que exponerse al fuego enemigo para proporcionar los primeros auxilios a sus compañeros.
"Hemos perdido médicos año tras año porque no saben quedarse tras las líneas, tienen el coraje de avanzar e intentar rescatar a sus camaradas bajo el fuego", incluso una vez muertos, afirma el máximo responsable del Cuerpo Médico del Ejército en un comunicado en el que se anuncia la intención de desarrollar robots de recuperación.
"Con la nueva tecnología, con robots como los que estamos usando para examinar y detonar artefactos explosivos, podemos avanzar en el campo de batalla y retirar a nuestras bajas", explica en declaraciones citadas por Business Insider.
La mayor parte de esos robots cuentan con sensores ópticos e infrarrojos, que con algunas adaptaciones podrían servir para retirar a los heridos e incluso sus cadáveres.
Los médicos del Ejército también proponen integrar esos robots en la red de sensores de otros aparatos no tripulados, como los drones voladores, para que sirvan para enviar señales a través de las líneas enemigas. De esa manera, cuando una unidad se queda atrapada, los robots podrían servir para ejercer la telemedicina, tomar mediciones del soldado herido e incluso administrarles medicamentos por orden de un médico situado a decenas e incluso centenares de kilómetros de distancia.