
Rosatomflot, la compañía que se encarga de operar la flota civil de buques propulsados por energía atómica en Rusia, tiene en su mesa de diseño el que podría ser algún día el barco rompehielos más impresionante del mundo, un coloso capaz de abrir 'autopistas' de 50 metros de ancho en masas de hielo de hasta 4 metros de espesor.
El objetivo de estos buques es mantener la navegabilidad en el océano glacial Ártico, permitiendo el tráfico marítimo entre Eurasia y Rusia incluso durante las etapas más duras del invierno boreal, y rescatar a aquellos navíos que se vean atrapados por las masas de hielo.
Y el Lider, que es como ha sido bautizado este proyecto, será perfectamente capaz de todas esas tareas gracias a unas dimensiones bestiales -con 205 metros de eslora, y 55.000 toneladas de peso muerto- pero sobre todo gracias a una potencia de 110 megavatios que entrega su reactor nuclear de última generación, como informa Barents Observer.
Aunque será el mayor de su clase, el Lider es sólo uno de los 14 rompehielos diferentes que Rusia está construyendo en estos momentos, y con los que pretende garantizarse la influencia sobre un océano que considera como su patio trasero, y en el que controla prácticamente la mitad de la línea de costa que lo bordea.